Mató a golpes a su novia de 17 años y se suicidó

Publicado el: 9 diciembre, 2017

Un nuevo femicidio conmociona a la provincia de salta este fin de semana: un hombre de 30 años mató a golpes a su novia de 17 y después se suicidó.

Habían pasado minutos de la 6 cuando una vecina que arreaba sus ovejas pasó cerca del baño de una cancha de la Liga Femenina de Fútbol de Campo Quijano vio dos cuerpos sin vida dentro del precario baño de bloques de cementos que se construyó en el lugar. Inmediatamente llamó al 911 y en minutos llegó allí una patrulla; luego llegó otra y más tarde, el CIF y la auxiliar de la Fiscalía Penal 2 de la Unidad de Graves Atentados.

El femicidio seguido de suicidio es la hipótesis más sólida hasta ahora y sacudió a los habitantes de la localidad de Campo Quijano. Salta suma así el caso número 21, lo que la ubica en el mapa argentino como una de las provincias más violentas contra las mujeres.

Los vecinos comenzaron a acercarse al lugar y alguien avisó a la familia de Amira Albana Vázquez, la adolescente de 17 años que estaba sin vida dentro de ese baño. Falleció, según las primeras pericias, a causa de los golpes que le propinó Rómulo Edgardo Córdova Marín, de 30 años, el novio ecuatoriano que la familia de la menor rechazaba.

Luego de cometer el femicidio, el hombre se suicidó colgándose con una soga de un parante o viga del techo. Esa fue la primera reconstrucción que hizo el fiscal penal 2, Pablo Paz, aunque advirtió que la mecánica se conocerá con más certezas cuando terminen los estudios.

Todo sucedió a un costado de la cancha que usan las mujeres, en un terreno donde existen otras dos para los partidos de varones. El baño, que la liga de mujeres construyó con esfuerzo, estaba con la puerta vulnerada desde hacía más de una semana. En noviembre, durante una noche, alguien le había prendido fuego y por esos las paredes estaban completamente negras por el hollín.

En el lugar se aislaron dos zonas: el baño donde estaban los cuerpos y un sector alrededor de un asiento con techo construido de chapa y hierros, donde había manchas de sangre.

Algunos vecinos se animaron a contar la historia previa de la pareja, y otros a reconstruir, con aportes de quienes habían pasado la noche anterior, lo que habría sucedido en ese lugar pocas horas antes.

“Al principio la familia aceptaba la relación; los dos salían a vender gelatina, ensaladas de frutas, cañoncitos, maicenas. Pero después ya no. Dicen que él le pegaba, además no trabajaba, no tenía bien sus documentos y lo último que decían es que él se la quería llevar a Ecuador“. El antecedente de que él le pegaba a la menor fue un punto en el que coincidieron varios testimonios el viernes en la mañana.

Cerca de las 10, los cuerpos fueron retirados en vehículos del CIF, mientras los peritos continuaron levantando pruebas y objetos que había dentro de la pequeña y deteriorada construcción. A lo lejos se los vio sacar vestimentas, una especie de colcha y otros elementos de uso cotidiano. “Como él no tenía casa, siempre andaba con su ropa a cuesta. Puede ser que él haya estado usando el baño para pasar las noches”, estimó una mujer.

El fiscal Pablo Paz también tomó nota de la versión acerca de que la pareja había estado bebiendo con otras personas en la cancha. “Saber si la joven estaba en el lugar por su propia voluntad o bien era retenida por Córdova son aspectos que están siendo investigados”, dijo.

Según los testimonios relevados por la Fiscalía, alrededor de las 21 los dos se fueron al baño. “Después de que la pareja fue vista en dirección al baño, hasta el momento, no tenemos otros indicios o pistas de lo ocurrido”, explicó Paz. “Todo indica que se trataría de un femicidio seguido de suicidio, lo cual se podrá confirmar o no a medida que se obtengan los resultados de otras medidas probatorias, entre ellas las autopsias, cuyos resultados nos darán mayor precisión respecto a la mecánica de las muertes“, sostuvo.

“La Policía lo llevó después de que él se había robado a mi hija y apareció en Salta. Lo tenían que mandar a Ecuador. Pero lo largaron de la cárcel y vino a hacer macanas aquí”. Las palabras le brotaban con dolor a Amancio Vázquez, papá de Amira Albana.

El hombre relató que en febrero llegó por su barrio Rómulo Edgardo Córdova Marín. “Se hizo pasar por peluquero, se fue acercando a la casa y ya llegaba todos los días. No sé cómo fue el arreglo con su mamá que ya se quedó. Pero estaba echado ahí, sin hacer nada”, señaló.

El vínculo con la familia de ella comenzó a deteriorarse hasta que ya no pudo entrar a la casa. Hace poco más de un mes, según relató Vázquez: “El ecuatoriano se fue a Salta robando a mi hija de aquí. La policía del 911 la encontró en una pensión. La dueña del lugar me dijo: ‘Ahí la tiene él, meta pegar a su hija, toditos los días’. Así fue que lo llevó la Policía”.

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