Un colectivo de la empresa San Juan del Oro que trasladaba a setenta personas y provenía de la provincia de Mendoza con rumbo a Salta, volcó en la tarde del lunes a la altura de la localidad de La Viña, en la Cuesta del Totoral. Una ciudadana boliviana de 35 años perdió la vida.
Las investigaciones determinaron que el vuelco se debió a una falla mecánica del vehículo y se generó polémica por el exceso de pasajeros transportados.
El micro registró paso por los puestos camineros de El Pantanillo y El Portezuelo pero en ninguno de los controles se advirtió el exceso en el número de pasajeros que iban a bordo, ya que sólo tenía capacidad para 56 pasajeros más los choferes.
“El colectivo pasó pero no se controló la cantidad de pasajeros porque normalmente no se realiza ese control”, explicó a El Ancasti el jefe de Policía, comisario general Orlando Quevedo, quien explicó que en forma excepcional el personal policial detiene a los ómnibus y efectúa un control exhaustivo dentro del rodado y en la bodega, como cuando mediante una orden judicial las fuerzas de seguridad inspeccionan la unidad ante el presunto tráfico de estupefacientes o de mercadería ilegal.
Quevedo aclaró que al chofer se le solicitó la licencia de conducir y otros papeles, los cuales estaban en regla, por lo que el colectivo siguió su viaje. Esta situación se habría suscitado en los controles anteriores realizados en otras provincias.
Recién en el lugar del accidente se conoció que el micro circulaba con exceso de pasajeros y que casi en su totalidad se trataba de trabajadores “golondrina” que iban acompañados por sus familiares.
Aunque no fueron finalizadas las pericias accidentológicas, las primeras hipótesis surgidas tras la revisión al colectivo indican que una falla mecánica en el sistema del tren delantero provocó que el micro siguiera de largo en dos curvas, para impactar contra la montaña y posteriormente salirse de la calzada. Luego dio dos tumbos, lo que provocó que el techo fuera expulsado y finalmente quedara en su posición original.
Hasta el martes por la tarde se realizaron trabajos en la escena del siniestro, en donde estaba previsto el traslado del colectivo. Previamente el fiscal de la causa, Luis Baracat, había ordenado el secuestro del equipaje de los accidentados y del dinero que había sido encontrado, el cual sería producto del pago tras trabajar en la cosecha.