El club Sportivo Guzmán sufrió un violento ataque el domingo durante un partido del Torneo Regional en el estadio de Atlético Concepción, cuando un grupo de hinchas invadió el campo de juego y agredió brutalmente a jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. La fiscalía, encabezada por Mariano Fernández, investiga posibles responsabilidades de dirigentes y árbitros en la falta de medidas de seguridad, que podrían haber “liberado la zona”.
El episodio ocurrió tras la victoria del equipo local, desatando una furiosa reacción de los hinchas. Los testimonios relatan un ambiente aterrador: los jugadores fueron golpeados con piedras, botellas y hasta armas blancas. Entre los heridos, Nahuel Abregú y Agustín Smith sufrieron lesiones graves, mientras que el técnico Leandro Fligman también resultó afectado.
Diego Campisi, vocal primero y asesor legal de Sportivo Guzmán, denunció graves irregularidades en el operativo de seguridad. Según Campisi, los accesos al campo no estaban cerrados adecuadamente, lo que permitió el ingreso de los agresores. Además, afirmó que advirtió al cuarto árbitro sobre los riesgos antes del inicio del partido, pero el encuentro continuó sin mayores precauciones.
Para proteger a su delegación, Sportivo Guzmán contrató seguridad adicional. Sin embargo, la magnitud de la violencia desbordó a los agentes presentes, y la intervención policial evitó consecuencias aún más graves. “Si no fuera por la policía, estaríamos lamentando algo mucho peor”, declaró Campisi.
El club ya presentó una denuncia formal y buscará ser querellante en el proceso judicial. La fiscalía ha decidido actuar de oficio, destacando la gravedad de lo sucedido. Mientras tanto, el caso reaviva el debate sobre la seguridad en eventos deportivos y la responsabilidad de organizadores, árbitros y clubes en prevenir actos de violencia.