“Me destrozaron mí awka”, relató con voz quebrada Juan Carlos. Esperaron que él no este para llevarse su carrito, mientras los vecinos de la zona gritaban “no se lo lleven” “gatos”, “ratas”, ¿porque se lo llevan?. El llegó y corrió dos cuadras para subir al camión junto a su fiel compañero, con el que trabaja hace 8 años en la esquina de Casa Histórica.
Los inspectores cargaron el carrito en el camión y lo llevaron al corralón. “Me dijeron subí, que en el corralon te vamos a dar la orden. Yo le pedía que me muestren una autorización, cuando llegue al corralon, para hablar con el señor Romero, me atacaron seis inspectores,me golpearon.Yo no podía creer lo qu estaba viviendo, me defendí y resguardaba mí bolsita con las 1300 firmas” recordó la triste noche Juan Carlos Quiroga, en dialogo con Radio Prensa.
Sin entender tanta maldad, como él lo describe recuerda que el frente de awka quedó destruido.“Me destrozaron mí carrito,todo el frente y eso tiene un costo”. En la tarde de este viernes se dirigió a la Comisaría 1 para realizar la denuncia.
No importaron las 1300 firmas juntadas, por el comerciante para pedir que lo dejen seguir trabajando, con sus productos tucumanos. “Vendo pochoclos, algodón de azúcar, achilata, a quien le puedo hacer daño. Pero si creen que me voy a dar porvencido, están equivocados porque ahora tengo el apoyo de más de dos mil tucumanos.”