Un video muestra un violento episodio familiar ocurrido en Bolivia y se viralizó rápidamente, generando críticas en los usuarios de las redes sociales.
Un padre consideró una falta grave encontrar a su hijo de 17 años borracho. Por está razón le amarró las manos, le hizo que se inclinara sobre el espaldar de un sofá y lo golpeó con violencia con un cinturón, mientras la madre del adolescente grababa la escena.
El hombre contaba los azotes que le daba a su hijo y dijo luego del décimo azote: “si no te parece, agarre sus cuatro trapos y se va de la casa”.
El padre pretendía con el video dar una lección de cómo se debe corregir a un hijo que se emborracha, pero las imágenes generaron el efecto contrario: el rechazo general de la sociedad ante la violencia utilizada en el castigo.
Las autoridades amenazaron con actuar, por lo que el hombre tuvo que pedir disculpas públicas y reconocer que se excedió con su hijo. Además, justificó su acto diciendo que lo hizo por amor y por el miedo de que el joven tomara un mal camino.
“La verdad exageré con hacerlo eso, y si la Defensoría viene a querer meterme preso, me iré preso, pero contento por saber que eduqué a mi hijo”, dijo el hombre.
