Por Sergio Silva Velázquez-Los 20 allanamientos realizados ayer en la zona de la Costanera ya forman parte del anecdotario de una zona castigada por el flagelo del narcomenudeo: Villa 9 de Julio como La Costanera siempre formaron parte del mapa de las zonas más calientes de este problema. Chicos con problemas de adicción a los que no les queda otro camino aparente que caer en el consumo del “paco”. Ayer, los pesquisas se sorprendieron al ver los rostros de tantos menores diseminados mientras realizaban los procedimientos.
La investigación indica que Rogelio Osvaldo Villalba , de 41 años, principal cabecilla del grupo desbaratado, hacía traer la droga desde Bolivia (principalmente pasta base) vía terrestre a través de Orán. Las dos personas que ayer fueron aprehendidas en la terminal de ómnibus, como “mulas” formaban parte de esta estructura elemental. En Tucumán su esposa, Norma Ruiz, y su hija, María Almaraz, eran quienes se encargaban de llevarla a otros lugares para que la estiraran hasta siete veces su peso.
Así los pesquisas secuestraron casi 3 kilos de pasta base, algunos productos especiales para poder estirar la sustancia la droga, psicofármacos, y alrededor de $ 200.000 en efectivo. La investigación también se apoya en unos 30 celulares y cinco netbooks que secuestraron de estos lugares.
¿Cuantas veces cumplieron con esta misma metodología, mímina y elemental y durante cuanto tiempo? Se estima que, desde los tiempos en que componía un grupo que le pertenecía a otro cabecilla en la zona de Costanera y Villa 9 de Julio pasaron muchos años. Incluso “Rogelio” había sido aprehendido en 2014 acusado por tenencia de estupefacientes. ¿Porqué recién ahora se realizaron estos procedimientos y antes solo había detenciones de “transas” con unos cuantos “ravioles” de cocaína?
Es una pregunta que por ahora, no se puede responder. Pero todo indica que desde el Ministerio de Seguridad de la Nación llegaron las primeras señales para que en Tucumán los jueces se sumaran a un contexto que parece ir mutando, y aunque estos indicios parecen saludables, los que saben del tema aseguran que aún se está muy lejos de erradicar el negocio de los estupefacientes. El verdadero negocio considerados en toda su magnitud: es decir, más allá de los “transas”, “soldaditos” y eventuales “jugadores” de estructuras elementales como “Rogelio”, apenas una cara dentro de un engranaje mucho mayor que también se beneficia con este negocio monstruoso.
¿Seguirán quedando aquellos otros al margen de las investigaciones que pretenden impulsar desde la Justicia Federal? El tiempo lo dirá.
El equipo compuesto por comisarios Jorge Luján y Rubén Hernández, Daniel Mattaruco de la Policía Federal junto con el apoyo de Gendarmería Nacional con el comandante Francisco Montero y de la Policía de Tucumán a través de la Dirección General de Investigaciones, a cargo de Jorge Nacusse fueron los encargados de llevar adelante los allanamientos ordenados por el juez Daniel Bejas.
Así se llevaban a una de las mujeres detenidas:
En el parte se informó que en los 20 allanamientos que realizaron (18 en La Costanera y dos en Orán, provincia de Salta) los hombres de la Federal, secuestraron casi 3 kilos de pasta base, productos para estirar la droga, psicofármacos, por lo menos $ 200.000 en efectivo, unos 30 celulares y cinco netbooks.
