Un grupo de familiares de una persona internada protagonizaron incidentes en el Hospital Padilla y varios médicos fueron insultados por personas violentas, según confirmó Jorge Valdecantos, director de ese centro. La persona que se encuentra hospitalizada fue herido durante un enfrentamiento con efectivos de la policía que lo capturaron durante un procedimiento debido a que se encontraba prófugo de la Justicia.
Los hombres de la ex Brigada estaban tras los pasos del evadido. El viernes, personal de Robos y Hurtos, al mando de los comisarios Marcos Morante y Miguel Carabajal, descubrieron al evadido. Iniciaron un persecución, pero no pudieron atraparlo. Sí detuvieron a su hermano Diego Feliciano Bertulo (31 años), acusado del crimen de Dante Corbalán, registrado en septiembre de 2016.
Los hombres de Homicidio, al mando de los comisarios Ramón Moreno y Jorge Dib, montaron un operativo para atrapar al otro evadido. El domingo, alas 21, lo descubrieron en el barrio Las Piedritas. Le dieron la voz de alto y, lejos de acatarla, abrió fuego contra los investigadores que repelieron el ataque. Cristian Gustavo Bertulo (39), que está acusado junto a su padre Mario Bertulo de haber acabado con la vida de Ramón Jesús Figueroa, terminó herido y arrestado.
La información policial mencionó que luego se registraron disturbios en la puerta del hospital donde había sido trasladado el mayor de los Bertulo. Primero se enfrentaron con personal de seguridad porque no les permitieron ingresar al lugar donde lo estaban atendiendo, y después con familiares de una familia rival.
Desde el hospital reconoció que el paciente llegó con una herida de bala en la pierna y que se encontraba estabilizado. No obstante, los familiares del herido protagonizaron una discusión y diferentes escaramuzas con el personal de la seguridad privada del hospital. Desde la dirección del hospital también confirmaron que se registró un momento de mayor tensión cuando debió intervenir personal de Infantería que realizó disparos disuasivos al aire para evitar que los familiares enfurecidos ingresaran al nosocomio, lo que hizo temer por la integridad física de los médicos.
Según Valdecantos explicó al diario La Gaceta, estos incidentes se repiten con frecuencia cuando se registran ingresos por casos de violencia doméstica o de género, por lo que deben reforzar la seguridad del edificio.