“La queremos con vida”. Esa fue la arenga principal de una marcha que tuvo como símbolo la imagen de Daiana Garnica, la adolescente tucumana desaparecida hace más de 10 días en Alderetes y que tiene a una familia sumida en la impotencia. Organizaciones sociales y políticas, con fuerte presencia de espacios que agrupan a mujeres, marcharon al principal paseo público de la provincia para reclamar por Daiana. De la marcha participaron familiares de casos de femicidios o de mujeres cuyo paradero también es un misterio, como el de Milagros Avellaneda y su hijo Benicio, de quienes nada se sabe desde hace siete meses.
Pero también hubo personas emblemáticas vinculadas con la lucha contra la impunidad como Alberto Lebbos.
La investigación
Doce aprehendidos, entre ellos Darío Suárez, el principal sospechoso, un compañero de trabajo Fabián “Sapo” Pacheco y Juan Mátar, el jefe de ambos.
Las últimas aprehensiones en el marco de la causa son las de los dos hermanos de Suárez. La razón? Uno de ellos admitió haber recibido una llamada telefónica del principal sospechoso en la madrugada del domingo, más precisamente, a las 3 de la madrugada, tal como una fuente confirmó a Tuc Sin Filtro.
Las explicaciones por esa llamada-evasivas mejor dicho-desnudó el nerviosismo del hombre que luego se refugió en el silencio. El fiscal consideró motivo suficiente para solicitar su aprehensión junto con su hermana por lo que ambos se convirtieron en los nuevos dos detenidos en el marco de la causa. Los pesquisas rastrearían el posible periplo de la adolescente en la cortada de ladrillos, donde los expertos de Criminalística examinaron dos hornos en busca de material genético.
“Todo conduce a Darío. Yo sé que fue él. Que hable. Ya dije…me gustaría haberlo hecho hablar yo antes de entregarlo a la policía y a la Justicia…”, dice Ramón, el padre de Daiana, con los ojos enardecidos y una mueca de impotencia. Ramón cree que la Justicia no hizo lo suficiente, pero los pesquisas creen que avanzaron bastante en las últimos horas. Saben que la verdad merodea. Y que tres personas son las que pueden llegar a revelarla.
La marcha marcó un nuevo clima de efervescencia y clamor por el esclarecimiento de otro posible femicidio en Tucumán.
“Queremos que ella aparezca con vida…por eso vinimos, por eso estamos aquí”. Muchas de las mujeres que formaron el grueso de la marcha seguían conmovidas con los detalles del caso. Se niegan a creer que se la haya tragado la tierra.
