El jueves pasado, Cecilia Moya, una docente de inglés de 52 años, falleció tras experimentar los síntomas del dengue en Tucumán. Su hermana, Alejandra, expresó su angustia ante la situación, destacando que “es terrible, mucha gente está muriendo. Y son jóvenes y sanas”. Alejandra recordó la última comunicación con Cecilia, quien mencionó sentirse con dengue, sin apetito y mal.
El cuadro de Cecilia, aparentemente deshidratada, se complicó, lo que llevó a su fallecimiento. Alejandra describió a Cecilia como una persona muy saludable que practicaba deportes y era docente en varios establecimientos de la zona.
La muerte de Cecilia se suma a otras víctimas de dengue en el ámbito educativo y la comunidad en general. Este problema ha generado conmoción en las redes sociales, donde se despide a “Miss Cecilia” con tristeza y se lamenta la falta de soluciones efectivas para combatir esta enfermedad.
Mientras tanto, las autoridades de salud de Tucumán, lideradas por el ministro Luis Medina Ruiz y el gobernador Osvaldo Jaldo, han confirmado medidas para enfrentar la epidemia de dengue. Entre estas medidas se encuentra la compra de vacunas, que se administrarán inicialmente al personal esencial y a aquellos que el Ministerio de Salud determine, siguiendo los protocolos internacionales.
El gobernador subrayó que la vacunación será opcional y explicó que la compra de 100.000 dosis representa una inversión importante para proteger a la población ante la próxima temporada de dengue.