La Dirección Provincial de Vialidad (DPV) está avanzando en el proyecto de una autopista de circunvalación noroeste en Tucumán, una obra que busca mejorar la conectividad vehicular en la zona del Camino del Perú y aliviar el tránsito en el Gran San Miguel de Tucumán. La construcción se planifica en terrenos no urbanizados, lo que facilita el avance de esta infraestructura sin afectar zonas habitadas.
El ingeniero Pablo Díaz, actual director de la DPV, expresó el compromiso de su equipo para hacer realidad esta autopista. En una entrevista, Díaz destacó que la obra es “muy ambiciosa” y que se están ajustando detalles del proyecto ejecutivo para acceder a financiamiento internacional. Además, explicó que esta autopista no solo mejorará la conexión del Camino del Perú, sino que también reducirá el tiempo de viaje entre Yerba Buena y el aeropuerto Benjamín Matienzo de 40 a 15 minutos, lo que beneficiaría a miles de ciudadanos y potenciaría el desarrollo económico local.
El plan incluye conectar la nueva autopista con la Ruta Nacional N°9, cerca del futuro Centro Cívico, y facilitará el tránsito entre Yerba Buena y Tafí Viejo. En el trazado, se busca mejorar la seguridad vial en sectores críticos, como el acceso desde Yerba Buena a Tafí Viejo, que actualmente es complejo y peligroso debido a la mezcla de tráfico local y de alta velocidad en Cebil Redondo.
Desde la DPV se proyecta un costo inicial de U$S 100 millones para la obra, y se están definiendo los aspectos técnicos, como las intersecciones y el drenaje, además de estudios de suelo. El objetivo es construir una circunvalación similar a las de ciudades desarrolladas, que mejorará la movilidad en la región y resolverá la falta de vías rápidas en el oeste de Tucumán, hasta ahora afectado por barreras urbanas.