El líder piquetero Raúl Castells admitió haber alentado saqueos en algunos comercios de Buenos Aires. Justificó su acción argumentando que no considera que sean robos, sino una respuesta a la situación de hambre y necesidad. Dijo: “Cuando el hambre es una norma, la revuelta es justicia”.
También criticó al Gobierno por haber detenido el suministro de alimentos a comedores escolares y comunitarios durante tres meses. Castells advirtió que habían avisado repetidamente al Gobierno sobre esta situación y les habían pedido que no dejaran de proporcionar alimentos.
En una entrevista con Crónica TV, Castells argumentó que el problema real no es la acción delictiva, sino los altos precios de los alimentos. Culpo tanto al Gobierno como a los dueños de los hipermercados por esta situación. Señaló que no están robando, sino que la gente está buscando comida debido a la falta de recursos, y su grupo está llamando a la gente a llevar lo que puedan sin robar o dañar, incluso para intercambiar por alimentos.
Castells afirmó que el Gobierno había retirado los alimentos de los comedores escolares y comunitarios en todo el país durante tres meses. Les habían advertido que esto podría causar problemas y que se solucionaría rápidamente si entregaban los alimentos. Advirtió que si esto no se resolvía, podrían volver a ocurrir situaciones similares a las del pasado, como en 1989 o 2001.
Rechazó la idea de que los vecinos y las amas de casa que participan en estos eventos sean llamados ladrones. En cambio, argumentó que los verdaderos ladrones son los del Gobierno que retuvieron los alimentos destinados a la comunidad y los dueños de los supermercados que aumentaron los precios de manera exorbitante.