El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, afirmó este miércoles que los incidentes ocurridos en la marcha de los jubilados en el Congreso fueron un intento de “golpe de Estado” contra el gobierno de Javier Milei. Además, calificó como un “accidente no previsto” la grave herida sufrida por el fotógrafo Pablo Grillo, quien fue impactado en la cabeza por un gas lacrimógeno y tuvo que ser operado de urgencia. La represión dejó 15 heridos y casi 100 detenidos.
Francos justificó el accionar de las fuerzas de seguridad, argumentando que era necesario “mantener el orden” en la movilización. Ayer por la tarde, alrededor de las 16, efectivos de la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura avanzaron contra los manifestantes, que habían logrado cortar las avenidas Rivadavia e Hipólito Yrigoyen. En respuesta, se activó el protocolo antipiquete con gases lacrimógenos y camiones hidrantes, mientras que los manifestantes respondieron con piedras y palos.
El funcionario también criticó a la Justicia porteña por ordenar la liberación de algunos de los detenidos y señaló que la marcha, en la que participaron barrabravas, agrupaciones de izquierda, sindicatos y organizaciones sociales, tuvo la intención de desestabilizar al gobierno.
Por su parte, el fotógrafo Pablo Grillo, de 35 años, fue operado de urgencia en el Hospital Ramos Mejía tras recibir el impacto de un gas lacrimógeno mientras cubría la protesta. Francos lamentó lo sucedido, pero insistió en que fue una consecuencia de los enfrentamientos que se generaron en las inmediaciones del Congreso y que luego se trasladaron a la Plaza de Mayo.