El concursante “Nacho” Castañares fue protagonista de un momento insólito y polémico con uno de los trabajadores de la producción de Gran Hermano. El joven escuchó a un camarógrafo del reality en el jardín y le contó todos los detalles a su pareja en la casa, Lucila Vilar.
Luego de tres meses y medio de encierro en la casa más famosa del país, los concursantes de Gran Hermano acumulan numerosas anécdotas y Nacho sumó una que generó polémica en las redes sociales, porque no es un hecho aislado.
Como sabemos, la interacción entre los participantes del programa con los trabajadores de la producción está prohibida. Sin embargo, al igual que se escuchan gritos de personas que pasan cerca de la mansión de Telefe, algunos camarógrafos no saben pasar desapercibidos.
Todo sucedió en la transmisión de la madrugada del programa, cuando Nacho estaba regando las plantas en el patio y quedó alarmado con lo que escuchó desde el sector de las cámaras, detrás de las paredes y ventanas.
Más tarde, mientras “La Tora” estaba sentada en su cama, el muchacho de Almagro le relató el episodio insólito que presenció.
“Estaba regando, así, y, en un momento, quería pegarle a la esquinita. Entonces me agaché y [el agua] se fue un poco por debajo de la puerta y uno dijo: ‘Pero, ¡la conch… de la lora!’”, le explicó Nacho a su pareja en la casa, mientras no podía contener sus carcajadas.
“Pero, ¿quién sería? Porque el camarógrafo no se supone que está ahí”, cuestionó la joven de Berazategui, que se sumó a la risa de su compañero. “No sé, estaba regando y se escuchó eso. Le regué abajo en las patas”, completó Nacho.
Unos segundos después de que revelara el momento, en Pluto TV cortaron la transmisión en vivo para evitar mayores repercusiones sobre lo sucedido con el camarógrafo que insultó a Nacho.
Por otra parte, como se mencionó, no es la primera vez que uno de los concursantes de la casa más famosa del país relata que tuvo una interacción polémica con algún trabajador de la producción de Gran Hermano.
Julieta Poggio le había revelado a sus compañeros que escuchó un ruido en la habitación y vio a un hombre con el teléfono pegado al vidrio.
“Le vi el celular y me tiró un beso. Nunca le había visto la cara así a alguien, lo miré a los ojos y desapareció y no lo vi más. No le quedaba otra”, apuntó la modelo el diciembre pasado.