Emma Morossini, la abuela peregrina de 91 años que conmovió al país con su caminata de Tucumán a Buenos Aires, llegó finalmente a conocer al Papa Francisco, quien la recibió en el Vaticano.
Sin galas ni lujos, Emma llegó al Vaticano vestida con el mismo chaleco refractario naranja con que surcó los caminos argentinos. Se reunió en audiencia general con el Pontífice, a quien comentó sobre sus caminatas por la paz y la juventud mundial.
“Yo camino sola, rezando, con un carrito donde guardo el pan y el agua. Pero en el camino me encuentro con con tantas personas maravillosas que optan por caminar un tramo de la ruta conmigo”, contó la abuela al Papa.
“Hace muchos años estoy caminando hacia los santuarios de todo el mundo siempre con la intención de orar por los jóvenes y las familias y Francisco”, prosiguió
Francisco, tras escucharla, la abrazó. La bendijo y le pidió que “siempre peticione por los jóvenes, las familias y los enfermos”, se informó desde la página de la abuela en Facebook.
Emma tomó entonces entre sus manos las manos de Francisco y, emocionada, atinó a responder: “Gracias, muchas gracias”.
Emma partió de Tucumán el 27 de diciembre, rumbo a la Basílica de Luján. Caminó durante dos meses y medio con un carrito, acompañada de cientos de personas que le brindaban su apoyo en el camino. Unos días antes de llegar a la meta, se descompensó y debió ser internada. Pero se repuso y, entre lágrimas y abrazos, a sus 91 años llegó caminando a Luján.
Fuente: El Aconquija.