La semana pasada, la provincia volvió a tener preocupación en cuanto a la circulación del transporte público. La falta de pago hacia los choferes con respecto al mes de abril, puso en duda la salida de las unidades el jueves, donde desde la Unión Tranviaria Automotor habían avisado que se realizaría un paro de colectivos en caso de no abonar el sueldo del mes.
Con la llegada de los subsidios provinciales, y aguardando los nacionales, desde UTA decidieron levantar la medida de fuerza y confirmar la presencia de los coches en las calles tucumanas. Pero, a pesar de esto, algunos choferes autoconvocados no quedaron conformes con lo arreglado, y decidieron cortar el tránsito en calle Laprida, donde está ubicado el organismo.
Sin dejar pasar automóviles, ni ambulancias, los trabajadores reclamaron que querían recibir el dinero totalmente en sus cuentas y no en parte, como se había arreglado en su momento. César González, titular del gremio, intentó convencerlos de que permitan el paso de los vehículos, pero no hubo caso, y provocaron un caos vehicular.
Ante el rechazo al pedido, la entidad decidió tomar cartas en el asunto, y días más tarde, los choferes protestantes fueron despedidos. Ambos, son pertenecientes a la línea 9, y la decisión les fue comunicada este lunes por la tarde.