Dos periodistas denunciaron que fueron brutalmente atacados este domingo en las inmediaciones de Casa de Gobierno tras el acto oficialista por el cierre de comicios de las elecciones legislativas en Tucumán.
El camarógrafo Andrés Figueroa, quien trabaja como corresponsal de Canal 26 junto al periodista Sergio Silva (también director de Tucumán Sin Filtro), fue víctima de una salvaje situación de excesiva violencia por parte de un policía sin identificar pero que ya fue desafectado de sus tareas.
Este lunes, después de haber recuperado el video que fue borrado por el agresor y que registra lo ocurrido, la denuncia de los trabajadores se viralizó y el periodista Silva decidió hacer un descargo, principalmente para agradecer el apoyo de colegas que se solidarizaron con la situación que padecieron junto a su compañero mientras realizaban su labor.
“El agradecimiento es extensivo no solo a colegas y amigos, sino a muchos desconocidos que se solidarizaron a través de las redes sociales y a aquellas personas que ocupan cargos, tienen responsabilidades y ayer tomaron decisiones rápidas. Al Gremio de Prensa y a Adepa por sus pronunciamientos. A los compañeros de la Secretaría de Comunicación Pública por su intercesión”, reza su mensaje.
Además señaló que dejan todo en manos de la Justicia. “Cuando una imagen es contundente, es poco lo que puede decirse. Cuando una imagen refleja un acto irracional, es poco lo que puede analizarse. Apenas decirles que todo quedó en manos de quienes deben impartir justicia, por lo que dejaremos las respuestas a aquellos que tienen que darlas. Nosotros no tenemos las respuestas. Nosotros somos periodistas. Nosotros preguntamos”.
Aún así, Sergio destaca que “aún de una brutalidad puede surgir algo bueno. Lo bueno es bancar la parada en situaciones como estas donde se pone el pellejo y, en un segundo, se juega la integridad de nuestro denostado oficio. Es tomar la decisión de hacerlo pese a las consecuencias posibles. Es intentar hacer todo lo posible para que no vuelva a pasar. Es saber que no se está solo y que cada vez somos más quienes intentamos entenderlo. Es entender que cada uno debe preservar su lugar de trabajo, con la menor cantidad de motivos probables que socaven nuestra cascoteada libertad. Lo bueno son las respuestas concretas, como el rápido restablecimiento de la herramienta de trabajo de nuestro compañero que quedó inutilizada. Es procurar convencernos que no hicimos otra cosa más que preguntar. Y cerrar fila sin dudar a la hora de sostener nuestra dignidad como periodistas”, cerró.
Aquí el descargo completo: