El caso se conoció a nivel nacional y generó controversias en toda la sociedad tucumana. Antonia Juárez, la señora que tuvo una cesárea en el Hospital del Este donde sólo nació un niño, se hizo conocida por un hecho poco feliz. De acuerdo al relato de la familia la señora estaba embarazada de mellizos, pero tras el parto nació solo un niño.
La Justicia tucumana mandó a analizar cinco placentas secuestradas en el centro asistencial, y tras las pericias, se determinó que la mujer siempre estuvo embarazada de un solo niño y que se trató de un error de diagnóstico.
Una de esas placentas es compatible con los datos genéticos de Antonia Juárez. Las otras cuatro corresponden a igual número de individuos, quienes no presentan relación biológica directa con ella.
A pesar de los resultados la investigación sigue adelante. Mientras que Javier Lobo Aragón, abogado de la mujer, insistió en la existencia de dos fetos, desde el hospital aseguran que fue un error de diagnóstico.
