El autor del baño de sangre en el templo alemán de los Testigos de Jehová de Hamburgo, que se saldó anoche con ocho muertos y otros 8 heridos de bala, ha resultado ser un ex miembro del grupo religioso, según se desprende de las primeras investigaciones de la policía.
La policía aún no ha confirmado el número exacto de víctimas, que sí ha sido dado a conocer por los medios de comunicación alemanes. Uno de los fallecidos es el perpetrador
Los disparos comenzaron poco después de las nueve de la noche en un templo de los Testigos de Jehová situado en el distrito de Alsterdorf, en Hamburgo. A esa hora, la Policía y los bomberos comenzaron a recibir numerosas llamadas de vecinos que alertaban sobre un tiroteo y sobre personas ensangrentadas saliendo del templo.
Cuando llegaron los primeros coches de policía constataron que había siete personas muertas —entre ellas, el presunto autor— y otras ocho heridas de gravedad. Los servicios sanitarios prestaron atención a varias docenas de testigos a los que se esperaba tomar declaración a lo largo de la noche.
Cerca de la medianoche, la policía de Hamburgo informó que se había tratado de un «Amoktat», término policial que según la definición de la Organización Mundial de la Salud se refiere a un episodio arbitrario, aparentemente no provocado, de comportamiento asesino o significativamente destructivo.
Tras acordonar varias calles y cerrarlas al tráfico, la policía comenzó una operación de búsqueda y persecución a gran escala.
Posteriormente, la Policía confirmó que habían hallado sin vida al presunto autor del tiroteo, sin trascender las circunstancias de su muerte. Por el momento, la investigación sigue en marcha, descartándose la participación de más sujetos, y sin detallar la posible motivación del ataque.
«Si está usted en la zona», recomendaba la aplicación oficial, «no permanezca en la calle, busque un refugio en algún edificio de inmediato y use el teléfono solamente en caso de emergencia extrema para evitar que las líneas telefónicas se colapsen»..
El senador regional de Interior, Andy Grote, confirmó poco después el despliegue de fuerzas especiales en la zona y reconoció que la policía no tenía «informaciones claras» sobre las causas del tiroteo. El alcalde, Peter Tschentscher, expresó por su parte su «consternación» por lo ocurrido.
Grote ofrecerá a lo largo del día una conferencia de prensa con los detalles del crimen y ha agradecido a los servicios de emergencia y fuerzas de seguridad su rápida actuación. ?
