Tucumán es una ciudad histórica por excelencia y en concordancia con ese mote, sus edificios también. En cada rincón de la ciudad existen lugares obligados de paso para todos quienes se jacten de ser oriundos de este lugar o los visitantes.
“El Polo Norte” en la Plaza Alberdi y un sitio conocido como las “Tres Avenidas” en la zona de Plazoleta Mitre fueron dos de los cafés más importantes fuera del casco céntrico. No sólo porque allí se forjaron sueño, ideas, costumbres e historias de vida, sino porque modificaron la forma de consumo y de reunión de los tucumanos.
Casal fue un lugar representativo y un punto de referencia para los tucumanos, así como “La Cosechera”, “El Buen Gusto” y “El Café de la Plaza” fueron sitio obligado de reunión para los filósofos, artistas y amantes de la política.
Remodelados a una estética más moderna, con otros nombres o transformados, algunos de esos bares ya no forman parte de la vida ciudadana de la provincia. Sin embargo forman parte de la cultura popular y al menos en un rincón del Gran San Miguel o entre sus cuatro paredes, conservan algo de la esencia que marcó una época.
Foto: La Gaceta.
