En los primeros cinco meses del año 2017, ya se produjeron al menos 58 crímenes en Tucumán, es decir, más de 11 asesinatos por mes.
Estos datos llevan a estimar que con seguridad se superarán los 119 que estimó la Policía que se registraron en 2016, y las cifras serán mucho más impactantes que las 105 muertes en 2015 que figuran en el informe de la Corte Suprema de Justicia en base a los datos cotejados con la fuerza.
Por el momento no se puede realizar la tasa interanual porque el máximo tribunal de la provincia no oficializó el informe de 2016. Ese estudio, el más serio al que se puede acceder, es realizado por los poderes Judicial y Ejecutivo. La Policía pasa los datos y, expediente por expediente, son analizados por los especialistas para elaborar el trabajo.
De los 58 homicidios, al menos 44 (representa el 76%) están vinculados a casos de violencia intravecinal e intrafamiliar; es decir que son casos en que la víctima conocía a la persona que le arrancó la vida. En el informe de 2015, los especialistas de la Corte anunciaron que casi el 50% de los crímenes tenían que ver con esta situación, pero al mismo tiempo advertían que esos números crecerían.
En tanto que los crímenes vinculados a robos representan el 24%.
La droga, ya sea por peleas entre adictos, ajuste de cuentas protagonizados por transas en contra de sus clientes o guerras entre clanes dedicadas al narcomenudeo, estuvo presente en 13 de esos 44 crímenes, lo que representa algo más del 22%.
También se registraron tres femicidios, tres víctimas que fallecieron por proyectiles que salieron de armas de policías; y se registró un filicidio en estos primeros cinco meses del año. Otras tres personas murieron al quedar atrapadas en enfrentamientos armados en los que no habían participado.
Andrés Díaz Reyes (Burruyacu), David Aragón y Daniel Lucena, (capital), Pedro Antonio Jiménez (Los Aguirre), Nicolás Correa (Famaillá) y Mario Oreste (El Cadillal), son los nombres de las personas que murieron en manos de asaltantes en lo que va del año. Salvo Díaz Reyes, a todas las otras víctimas las asesinaron para quitarles las motos o automóviles. Se mantiene el promedio de una víctima de homicidio en ocasión de robo por mes.
Sin embargo, hubo otros casos que se produjeron como consecuencia de un delito contra la propiedad. El policía Federal Lucas Abregú (Concepción), Carla Paz (capital) y Marcelo Gallardo (Alderetes) murieron cuando intentaron evitar asaltos.
Sergio Aguilar, en tanto, perdió la vida al ser atropellado por un auto en el que viajaban asaltantes que eran perseguidos por la Policía.
También cuatro supuestos asaltantes murieron a manos de sus víctimas de robo, que actuaron en defensa propia. Tres casos fueron protagonizados por efectivos de las fuerzas de seguridad (un policía federal, un policía de la provincia y un gendarme). Todos recuperaron la libertad. El otro caso corresponde a un joven que recibió un disparo en Lules y todavía no se pudo hallar al autor.