“Lo venía anunciando. Durante cinco años vivió un calvario. Pero en los últimos días fue peor: la monitoreó durante toda la semana esa. La siguió cuando iba al gimnasio. Ella lo vivía casi como algo habitual. Se cansó de hacer denuncias. No podía hacer más“. Belén, una prima de Paola Tacacho, indicó que la profesora de inglés, incluso no reveló los últimos detalles sobre el trámite de su causa penal-una de las tantas denuncias-que terminó con el sobreseimiento realizado por el juez Francisco Pisa, hoy en el centro de la polémica.
“Muchas veces fue a hablar con el hermano. El decía que era esquizofrénico, enfermo psiquiátrico y es como que se lavó la mano. Si era esquizofrénico o enfermo no entiendo porqué la familia le alquiló un departamento a unas cuadras de la casa de Pao. Si decían que estaba enfermo nunca se hizo cargo de eso, todo lo contrario”, explicó Belén, la prima de la víctima.
Todo se habría remontado al momento en que Mauricio Parada Pareja cursó inglés con Tacacho en el Instituto Mark Twain, durante 2015.
En noviembre de 2015 Paola denunció a Mauricio por primera vez. En septiembre de 2016, Paola, que había puesto al tanto a sus alumnas del hostigamiento que sufría, le envío un mail a Áilean. “Quería avisarte que te puse de testigo en la causa por Mauricio”, le escribió. Ella le respondió que le escribiría cuando tuviera novedades. “Nunca me contactaron de la Justicia”, dice.
“La Justicia de Tucumán nunca hizo nada con todas las denuncias que ella realizó y las denuncias que realizamos con nuestra madre y mis primas, a las cuales también acosaba vía redes”, sostuvo Ana, una hermana de Paola, en una carta difundida este domingo. En el escrito la mujer sostuvo que Parada Pareja “tenía vínculos con la política” local, que por eso “nunca lo encerraron” y que el femicida “nunca respetó las perimetrales” dispuestas a favor de Paola.