En lo que va del año se conocieron cinco casos de niños wichis que murieron en un contexto de extrema pobreza en la provincia de Salta: algunos por desnutrición, otros por deshidratación y meningitis.
Este fin de semana se conoció el sexto caso de una muerte infantil en la vecina provincia. Se trata de un niño de un año y 10 meses oriundo de la localidad de Embarcación, quien falleció mientras era trasladado en una ambulancia que se rompió en el camino.
Según el certificado de defunción que facilitaron las autoridades de la Comunidad, el niño falleció a raíz de un paro cardiorrespiratorio y, entre las causas que lo originaron, se indica deshidratación y desnutrición.
“La muerte de otro niño de la comunidad wichi y el grave estado en el que se encuentran otros chicos nos conmueve a todos. La situación sociosanitaria en el norte de Salta es crítica y el Ministerio está trabajando desde hace varias semanas en acciones de carácter urgente”, expresó el ministro de Desarrollo de la Nación, Daniel Arroyo, que hace unas semanas visitó la provincia de Salta.
“El Ministerio de la Defensa de la Nación sumó al terreno dos camiones potabilizadores, que ya están repartiendo agua segura en 18 puntos críticos del norte de Salta. Estas acciones están garantizadas para todo 2020”, indicó Gustavo Sáenz, el gobernado de la provincia salteña que asumió el pasado 10 de diciembre.
El 7 de enero pasado se conoció el primer caso, cuando un niño falleció en el Hospital Materno Infantil, en Salta Capital. El niño de un año y dos meses era de La Mora, comunidad wichí del departamento San Martín, ubicada cerca de la ciudad de Tartagal.
El 11 de enero, el gobierno provincial dio a conocer el segundo caso a través de un comunicado oficial. El niño wichí de dos años falleció en su domicilio. Los estudios preliminares de la autopsia confirmaron que tenía bajo peso.
La tercera muerte tuvo lugar el mismo día en el Hospital de Santa Victoria Este. Se trató de un niño de dos años oriundo de la comunidad wichí de Rancho El Ñato. El informe indicó una insuficiencia orgánica a causa de una deshidratación por vómitos y diarrea.
El 17 de enero, una nena de dos años y 8 meses falleció tras ser trasladada al hospital de mayor complejidad de Orán. Lo vergonzozo del caso es que las autoridades de Salud culparon a los padres por “consulta tardía” de una diarrea de cinco días.
El 21 de enero se registró la quinta muerte de un niño de ocho meses en el Hospital Juan Domingo Perón de Tartagal. El nene, oriundo de la Comunidad wichí Las Vertientes, fue trasladado en vuelo sanitario. Los médicos afirmaron que la muerte fue a raíz de un problema respiratorio. Y el gobierno culpó a los padres por haber obstaculizado el traslado de los niños, lo que generó manifestaciones de indignación en los medios y redes sociales por las declaraciones oficiales.