En el inicio de 2024, las tensiones por las asimetrías en la distribución de subsidios para el transporte público generan desigualdades en Argentina. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el valor del boleto mínimo aumentó, mientras que en Tucumán la tarifa alcanza los $230. Esto se relaciona con el hecho de que el 78,2% de los fondos se concentra en el AMBA y Ciudad de Buenos Aires, dejando solo el 21,8% para el interior del país, según cifras oficiales de 2022.
Las diferencias en la asignación de fondos han llevado a reclamos de equidad. Jorge Berretta, de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán, destacó que por cada $10, $9 se centralizan en el AMBA, dejando solo $1 o $1,5 para otras regiones. El gobierno analiza reducir subsidios, pero las tensiones persisten.
En una conferencia de prensa, Manuel Adorni, vocero presidencial, mencionó la revisión del esquema de tarifas. Sin embargo, las recientes reuniones entre la Federación Argentina de Transporte por Automotor de Pasajeros y la Secretaría de Transporte han reavivado las tensiones. Las medidas de reducción de servicios afectan a nivel nacional, mientras que en Tucumán aún no se aplicarán.
La Federación Argentina de Transporte por Automotor de Pasajeros advierte sobre la necesidad de medidas extremas para evitar la paralización total de servicios. Se destaca la falta de respuestas equitativas a las regiones, afectando a más de 10 millones de personas que utilizan el transporte público diariamente.
Las propuestas para cambiar el modelo de financiamiento del servicio divergen. El concejal Carlos Arnedo sugiere subsidiar al usuario en lugar de a las empresas, pero los empresarios plantean desafíos en la implementación. Mientras algunos señalan la dificultad de subsidiar a usuarios de manera efectiva, otros proponen un sistema de cobro de pasajes más equitativo.
Fuente: La Gaceta
