El joven de 18 años entró en una espiral depresiva y tomó la fatal decisión. La chica le reconoció su error y pidió disculpas en Instagram.
Un adolescente de 18 años que vivía en Bariloche se quitó la vida hace nueve días tras recibir una falsa denuncias por abuso sexual en las redes por parte de su mejor amiga.
Todo comenzó el 12 de diciembre, cuando Agustín Muñoz participaba de una movilización contra los abusos sexuales y escuchó su propio nombre coreado por los demás manifestantes, acusándolo de haber atacado a una menor de edad.
Resulta que la chica había tenido una discusión con Agustín, tras lo cual viralizó la falsa acusación en Twitter, Instagram y Facebook. El chico salió corriendo de la marcha hasta su casa y se encerró en su cuarto. Deprimido, cortó el contacto con el exterior y le contó lo sucedido a su mamá, Silvia Castañeda, quien a su vez se comunicó con Annie. Entonces la chica admitió la mentira.
“Ojo! Amigas amigos y mujeres en general! Hoy una chica escrachó a mi hijo en Instagram por enojo y ahora no sabe cómo parar la bola… jugar con esto es terrible… es una burla hacia todas las víctimas de violación abuso y vejaciones… y a vos.. Annie que tanto te cuidamos en casa no entiendo cómo le pagaste a mi hijo su amistad!! Pedir perdón no alcanza”, posteó Silvia el 13 de diciembre en su cuenta de Facebook.
La menor habló por WhastApp con Agustín para asegurarle que desmentiría su acusación en las redes pero el chico le pidió que lo haga ante la Justicia, pero ella se negó. “¿De qué manera lo arreglamos, la verdad que no quiero más quilombos”, le escribió Annie. “En la justicia”, respondió él. “No, no puedo, disculpa pero posta que no”, contestó su amiga.
Horas más tarde de su denuncia la chica publicó una aclaración breve en las historias de Instagram. “No puedo hacer más que pedir disculpas…de los errores se aprende y me las mandé posta”, “No supe ver el límite de ésto”, se lee pero no especifica cómo surgió su acusación original.
De acuerdo con lo que relató la madre, Agustín recibió la visita de un miembro de una organización social que realiza denuncias por abusos en esa ciudad y le ofreció participar de otra marcha donde se contaría que su caso era falso.
El adolescente se quitó la vida el 22 de diciembre, a los nueve días de la falsa denuncia. “Mi hijo como tantos otros chicos era un ser muy sensible y a raíz de esto se desequilibró emocionalmente hasta llegar al punto de tomar esta decisión que nos sorprendió a todos”, declaró la mujer a Bariloche 2000. “(Espero) que no haya otros Agustines, porque hay muchos chicos sensibilizados, solos, sin contención, que pueden ir por la misma vía y no está bueno”, siguió.
“La gente toma el escrache como un ejemplo público, algo ejemplar, un castigo ejemplar, pero las disculpas no se viralizaron de la mismas manera. (El) estuvo muy mal, nadie se acercó, nadie pidió disculpas (…) los problemas entre chicos siempre van a existir hubo un aval destructivo desde lo adultos, muchos chicos en su casa deben estar pasando esta situación”, concluyó.