Des Salta a Tucumán. Esa fue la distancia que Fátima Aparicio recorrio para poder escapar de la violencia de su marido, aquel padre de sus tres hijos. En el 2019, el hombre ingresó a su casa, se escondió en el baño de ella y la atacó con una maza. Al rato, intentó afixiarla. Siete veces la golpeó en la cabeza y ella perdió el conocimiento. Ernesto Rondón fue a la cárcel, sin embargo, hoy, viernes 5 de junio del 2020, podría salir en libertad y si la Justicia no actúa, iría a vivir con ella.
Sobrevivió al brutal ataque y el hombre por sus gritos. Un vecino llamó a la policía y así logró evitar el asesinato.
Fátima tenía edema pulmonar, coágulos en el cerebro y múltiples fracturas, en el momento que la internación Dos meses atrás la Justicia rechazó el pedido de domiciliaria de Rondón ya que el hombre pretendía vivir en la casa de la mujer que casi mata. Sin embargo hoy se vence el plazo y el prisionero podría regresar al hogar de ella donde además hay tres menores.
“Hicimos todas las presentaciones en tiempo y forma desde marzo, pero la prórroga todavía no se firmó”.”Soy el sostén de mis tres hijos, no puedo dejar el departamento porque tengo que seguir trabajando”, aclaró ella.
Una semana antes del brutal ataque ella escuchó un audio de su marido donde descubrió que la quería matar. Fue a presentar la denuncia: “Me mandaron a hacer pericias psicológicas, psiquiátricas y médicas, y dijeron que volviera cuando tuviera los resultados”. Los resultados nunca llegaron, una semana después ella ya estaba en coma.
“Se me rieron en la cara, literalmente”, afirmó angustiada.