Un violento episodio se registró el domingo por la noche en las afueras del Instituto de Menores Roca, y fue protagonizado por dos mujeres, una de las cuales ya es conocida en el lugar por haber sido la cómplice necesaria para que un menor integrante del “Clan Reyna” huyera en julio pasado.
A las 22.50 una camioneta utilitaria de color blanca llegó al portón de acceso al instituto pero lejos de frenar, aceleró y lo chocó. De inmediato, personal policial apostado en las cercanías acudió para ver lo que pasaba. Dentro del vehículo, las dos ocupantes que se identificaron como familiares del “Gordo”, dijeron que iban a preguntar sobre su estado de salud y el lugar de alojamiento del mismo, ya que ellas contaban con información que estaba aislado y herido debido a represión policial.
Los uniformados debieron informarle que los datos no eran reales y que el interno estaba descansando, por lo que las mujeres decidieron retirarse.
La camioneta utilizada para chocar el portón tenía la parte trasera cerrada y vidrios oscuros que no permitían visualizar si en esa parte había más personas. Lo que podría hacer presumir sobre un nuevo intento de “rescate” al menor integrante del clan, lo que habría sido abortado por el accionar policial.
Se supo que el domingo, el “Gordo” no recibió visitas en el horario estipulado, ya que su novia (la única que se presentó) no pudo ingresar por no haberse presentado con el DNI.
Reyna tiene 17 años de edad y está acusado por tres homicidios. Se lo considera un delincuente de alta peligrosidad.