Por Mariana Romero
La declaración de Marcelo Goitea en el juicio por el crimen de Paulina Lebbos sorprendió por algunos cambios en la versión de los hechos que el joven sostuvo durante 12 años. Su testimonio era uno de los más esperados, puesto que fue él junto a su hermano Sergio quienes hallaron el cuerpo de la joven el 11 de marzo de 2006, a la vera de la ruta 341. Y fueron ellos quienes acusaron a los policías de Raco de cambiar su declaración para que figurara en las actas que el cadáver fue encontrado durante un rastrillaje policial.
Goitea comenzó a prestar declaración esta mañana ante el Tribunal y respondió minuciosas preguntas de la fiscalía, a cargo de Carlos Sale y Diego López Ávila. Sí reafirmó que fue él junto a su hermano quien halló el cuerpo, pero bajó el tono a las amenazas que recibió por parte del entonces comisario de Raco, Enrique García.
“Me dijo que deje nomás, que nos hagamos a un lado para que no tengamos problemas, que ellos se iban a hacer cargo de todo, como que lo han encontrado ellos”, realtó Goitea. Se le leyeron declaraciones anteriores, en las que había señalado que García los había amenazado con hacer allanamientos “todos los días” en busca de una “carterita” que le faltaba a la víctima y que los iba a “llevar” a la comisaría, pero Goitea dijo no recordar esas amenazas. Por el hecho, reconocido por García, purgan cárcel él y dos policías más de esa comisaría
Un imputado aliviado
Goitea se mostró reticente a hablar de uno de los acusados de encubrimiento, Waldino Rodríguez, un policía retirado de Raco a quien él, su hermano y el patrón de ambos fueron a buscar cuando encontraron el cuerpo. Pese a que siempre había sostenido que el imputado se quedó solo con el cuerpo durante un lapso de casi una hora (y el mismo Rodríguez lo reconoció), en esta oportunidad dijo que ello nunca ocurrió y que, por el contrario, siempre estuvo él con Rodríguez en el lugar donde estaba el cadáver.
Además, se negó a afirmar que el imputado escuchó las amenazas de García y, contrario a sus propias declaraciones anteriores, dijo que no estuvo presente durante la declaración que le tomaron entonces en la comisaría de Raco al día siguiente, cuando se fraguaron las actas. Rodríguez, que también fue delegado comunal de Raco, está imputado justamente por estos hechos.
Tanto el Tribunal como los dos fiscales le preguntaron si estaba bajo amenaza, pero él lo negó. Tampoco, dijo, había recibido ninguna “sugerencia”, preparación o indicación de cómo debía declarar ni una “visita” previa a su testimonio. Reconoció que ve a Rodríguez prácticamente a diario porque son vecinos pero dijo que no intercambiaron una sola palabra sobre la declaración.
La posición del cuerpo
A Goitea le costó recordar cuál era la posición del cuerpo cuando lo hallaron. El tribunal pidió a una mujer policía que se acostase en el suelo siguiendo las indicaciones del testigo para determinar cómo estaba el de Paulina, pero los datos fueron imprecisos. El punto es importante para determinar los restos de la joven fueron movidos por Waldino Rodríguez, el comisario García o alguna de las otras autoridades que se llegaron al lugar esa tarde.
Goitea continuará declarando por la tarde. Luego, será el turno de sus hermanos y su patrón. Cuando terminen de prestar testimonio quienes participaron de la escena del hallazgo, el tribunal y todas las partes se trasladarán al lugar para hacer una inspección ocular.
