Los policías habían llegado a Alderetes para buscar al acusado de haber cometido un asalto. Lo encontraron y cuando buscaban pruebas, en la casa encontraron drogas y dinero en efectivo. Ese hallazgo, sin embargo, desnudó un problema: que el acuerdo al que habían arribado la Justicia Provincial y Federal se rompió al poco tiempo de haberse puesto en marcha.
El fiscal Diego López Ávila logró una orden de allanamiento para una vivienda en esa localidad del este de la provincia. Le pidió al personal de la División Delitos contra la Propiedad, al mando del comisario Alejandro Siwecki, que buscaran pruebas en contra del acusado. Cuando requisaron la casa, encontraron 198 dosis de esa sustancia y más de $ 1.000 en efectivo. En lo que se refiere a la causa original, los uniformados sólo secuestraron una motocicleta que tenía limados los números del motor y del cuadro.
Tal como ocurre en este tipo de situación, intervino personal de la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) para que confirmara que se trataba de “paco”. Enterado de la situación, López Ávila dio aviso a la Justicia Federal.
Sin embargo, escuchó la respuesta menos esperada. El juez Fernando Poviña le pidió que él se hiciera cargo de la causa hasta que se declarara la incompentencia, ya que la tenencia y comercialización de estupefacientes es un delito federal.
Por ese motivo, el fiscal tuvo que recibir todo el secuestro, tomarle declaración al aprehendido y solicitarle al juez de Instrucción que aceptara la incompetencia. Una vez cumplido con este trámite, la causa y el secuestro, fueron remitidos finalmente a la Justicia Federal.
Fuente: losprimeros.tv