El Gobierno nacional ha dispuesto un aumento gradual del impuesto a los combustibles, lo que afecta directamente el precio de la nafta y el gasoil. La medida busca actualizar el tributo que estuvo congelado durante los períodos 2021 y 2022, postergando el correspondiente al ejercicio 2023. El aumento promedio en los surtidores fue del 6,5%.
El decreto 107/2024, publicado en el Boletín Oficial esta madrugada, establece los incrementos en los montos de los impuestos fijados para los combustibles durante el año 2023, ya que habían quedado desactualizados. El aumento del primer y segundo trimestre de 2023 entrará en vigencia el 1° de marzo de este año, mientras que los siguientes incrementos están programados para el 1° de abril y el 1° de mayo.
El objetivo de esta decisión, según el Gobierno, es iniciar un proceso de regularización de los incrementos remanentes. La Secretaría de Energía, a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo, había adelantado que espera que el proceso de “sinceramiento” en el precio de los combustibles se realice gradualmente debido a los fuertes incrementos acumulados recientemente.
El decreto argumenta que, mediante diferentes normas, se han ido difiriendo sucesivamente los efectos de los incrementos en los montos de los impuestos fijados para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil. Esta postergación se aplica hasta el 1° de febrero de 2024, inclusive, como parte de un proceso de actualización fiscal.