Un despertar sumamente violento vivieron hoy los integrantes de una familia del sur de la capital tucumana, tras ser sorprendidos por un grupo de delincuentes que se identificaban como policías.
Alrededor de las 5.30, Jorge Salazar y su familia descansaban en su vivienda ubicada en calle San Luis al 1600, cuando ingresaron tres sujetos vestidos de civil que se identificaban como policías mientras los amenazaban con armas de fuego.
Totalmente indefensos y sin poder caer en cuenta sobre lo que ocurría, las víctimas fueron atadas sus manos y tiradas al piso boca abajo por los malvivientes que, rápidamente, comenzaron a revisar todas las habitaciones de la casa para buscar el botín que se llevarían.
Un total de 7 celulares de distintas marcas y modelos, 2 tablets, una bolsa con 150 gorros de tela de Argentina, cinco pares de calzados, joyas, 8.000 pesos y otros elementos de valor fueron cargados en bolsos para luego poder huir, sin dejar rastros.
Cuando se dieron cuenta que, efectivamente, los delincuentes ya no volverían, las victimas comenzaron a zafar de las ataduras y a pedir ayuda.
La puerta de entrada principal de la casa había sido forzada con una barreta y allí trabajó personal de la División Criminalística levantando huellas de los posibles autores del atraco.