Fue una pesadilla. Durante 15 días estuvo inconsciente, en el limbo de una terapia intensiva. “No le quise dar el divorcio se enojó, me roció con alcohol y me prendió fuego”. Flavia resume la noche del 29 de noviembre de 2018 en una frase. Es lo más importante que le pasó, paradójicamente, en su vida: estar cerca de la muerte. Llevaba poco tiempo de casada con Juan Edgardo M.. Ella lo había conocido en 2017 y en Junio del 2018 se casaron. Después vendría la sin razón de ser quemada viva. Su milagrosa supervivencia. El padecimiento de un complejo tratamiento médico. Y el desconcierto y la perplejidad de saber que ese hombre, el agresor, estaba libre.Y ella lo siente, otra vez al acecho.
Flavia eligió TucsinFiltro, para contar su terrible historia y pedir justicia porque el hombre que casi la mata hoy está libre.
La mujer conoció a Juan, en noviembre del 2017 y luego de dos meses de noviazgo decidió ir a vivir con él. Se mudaron a Famaillá a la casa de la madre de Juan, tras unos meses de convivencia “en normalidad” se casaron el 6 de Junio de 2018 y ahí comenzó el calvario de Flavia.
“Comenzó a tener actitudes raras, empezamos a tener algunas discusiones, había algunos empujones. Luego esas agresiones fueron más seguidas, me alejaba de mis amigos y mí familia. Me agredía psicológicamente y me sacaba dinero”.
La situación empeoró con el tiempo. Flavia solamente podía salir para ir a trabajar, permanecía encerrada en una habitación. “No me dejaba usar el baño,ni lavar mí ropa”.
La noche del 29 de noviembre, ella llegó de trabajar pasada las 22:30 y vio a su pareja como nunca antes lo había visto. Estaba enojado y le pedía a los gritos que le diera el divorcio. Ella le respondió que le diera tiempo para buscar un lugar para irse. Hubo una discusión que desató la furia. Una vez más.
“Me gritaba, me decía que le diera el divorcio. Le respondí que debía darme tiempo para buscar donde irme y que el tenia la obligación de darme un lugar donde vivir. Se enfureció y encontró alcohol y me tiró en el cuerpo y me prendió fuego, lo único que hice fue sentarme, comencé a sentir que me ardía todo y busque mojarme”, recordó. La terrible película está ahí en su memoria.
Fue su cuñado quien la llevó al Hospital de Famaillá, donde perdió el conocimiento y se despertó después de 15 días en el Centro de Salud. Estuvo en terapia intensiva, en estado crítico durante ese período. El hombre solo estuvo detenido 10 días. Y mientras ella luchaba por su vida, él formaba una nueva familia.
“Hoy quiero justicia, porque me dejo imposibilitada para trabajar , casi me mata y está suelto. No tengo miedo quiero que pague por lo que me hizo”, afirmó Flavia. Quiere ser una mujer que se reinventa y tratar de salir adelante. Las secuelas de la barbarie en su piel es una evidencia de que ya no es la misma.