Las autoridades sanitarias aclaran que “todavía no se ha definido”, pero advierten que “estamos trabajando en eso”. A dos años y medio de la declaración del estado de emergencia por la pandemia de covid-19, en Tucumán se evalúa la posibilidad de eliminar la obligatoriedad del uso del barbijo, tanto en espacios públicos como cerrados, gracias al marcado descenso en la curva de contagios de coronavirus tras la cuarta ola registrada en la provincia.
El “tapabocas” se hizo masivo en todo el país -y en el mundo- a partir de marzo de 2020, cuando el virus SARS-CoV-2 tocó suelo argentino. Sin vacunas ni demasiados conocimientos sobre la enfermedad que comenzaba a matar miles de personas por día en los siete continentes, los expertos advirtieron rápidamente que el barbijo era un recurso esencial para la prevención de casos, junto al lavado de manos, el aislamiento social y el distanciamiento interpersonal, entre otras pautas.
Pero, con el paso de los meses, la producción de las vacunas y el avance de la campaña de inmunización contra la covid-19 posibilitó el levantamiento de la mayoría de las restricciones dispuestas por la pandemia.
Así, pese al surgimiento de nuevas cepas o variantes -algunas de ellas, incluso, más contagiosas que la versión “original”-, las autoridades sanitarias advirtieron que los servicios de salud estuvieron lejos del colapso generado durante la primera etapa de la crisis.
Como está Tucumán
Ahora, Tucumán parece haber superado la cuarta ola de contagios. Si bien a nivel provincial el Ministerio de Salud no publica reportes diarios de covid-19 desde el 1 de septiembre, el mapa de “Riesgo Epidemiológico” publicado hace una semana indica que los 17 departamentos están “en verde”; y la curva de contagios, en un marcado descenso.
