Este martes tuvo lugar la quinta audiencia del juicio por el crimen de Daiana Garnica, la joven de 17 años que desapareció el 6 de mayo de 2017 en Alderetes, causa que tiene como imputado a su vecino, Darío Suárez (46 años).
Los testimonios que se escucharon, sirvieron para reconstruir lo sucedido en las horas posteriores a su desaparición. Ocho testigos comparecieron ante el tribunal integrado por los jueces Dante Ibáñez (presidente), Rafael Macoritto y Diego Lammoglia, para explicar qué presenciaron la madrugada del 7 de mayo y qué ocurrió esa noche en la cortada de ladrillos donde trabajaba el acusado.
La primera en declarar fue una mujer que vive al frente a la casa de César Suárez, hermano del acusado, quien por pedido de la Fiscalía se mantendrá bajo reserva de identidad.
Antes de comenzar su relato, la mujer reconoció estar asustada. “Tengo mucho miedo y desconfianza; César Suárez ya tuvo problemas con nosotros y otros vecinos, me levantó la mano dos veces y sus hermanas también son así”, expresó.
Luego contó que la madrugada del 7 de mayo, se levantó sobresaltada, debido a los ladridos de su perro, y vio a Suárez ingresar y salir de la casa de su hermano varias veces entre la 1.30 y las 2.30 aproximadamente.
“Después de entrar y salir, él y su hermano se fueron en una moto azul; Darío llevaba una bolsa de consorcio grande sobre sus rodillas y su hermano manejaba. Demoraron media hora en volver, cuando regresaron guardaron la moto en la galería de la casa y Darío se fue caminando”, detalló.
La mujer reveló que ya conocía al imputado. “Antes era vecina de una ex pareja de Suárez; ella era de Santiago del Estero, tenía hijos con él pero había mucha diferencia de edad porque él era grande y ella tenía 15 años”, dijo la testigo protegida. Y agregó: “Era una chica muy sufrida por los maltratos de Suárez; varias veces la vi golpeada”.
Por último, confesó que cuando advirtió las acciones de Suárez aquella noche, “jamás me imaginé lo que estaba pasando; para mí era algo normal; su familia lo ayudaba por eso era normal que anduviese por ahí”.
Luego de escuchar su exposición, la Fiscalía requirió una medida de prohibición de acercamiento en contra de César Suárez para proteger a la testigo y a su familia.
En el debate también se presentaron cuatro hombres que trabajaban con Suárez: Luis Alberto Juárez, Juan Carlos Maldonado, Juan Carlos Serrano y Fabián Ernesto Pacheco (este último era sospechoso de haber participado en el hecho pero fue sobreseído por falta de pruebas).
Los cuatro coincidieron en que el 6 de mayo Suárez estaba en la cortada ocupando el tabique. “Ese día me desocupé temprano, entonces mi patrón me pidió que ayude a Suárez en otro trabajo, pero lo terminamos como a las 18”, dijo Pacheco.
Maldonado por su parte, dijo que “el sábado estuve trabajando hasta las 18; allí estaban Darío y mi primo Fabián; cuando me fui se quedaron ellos dos, Darío estaba con el fuego”.
La última en declarar fue Norma Beatriz Suárez, hermana del acusado, quien también estuvo cuatro días detenida y siete meses con arresto domiciliario.
El representante de la querella, Carlos Garmendia, indagó en la relación que Suárez tenía con su mamá, ya que en los mensajes que le había enviado a Daiana le pedía que lo acompañara a comprarle un aire acondicionado a su madre. “No tenía relación con nuestra madre, ella nos abandonó de chicos”, explicó.
Por último, la mujer dijo que junto a su marido, Juan Carlos Barrionuevo, “le dijimos que si no tenía nada que ver vaya a entregarse”.
El juicio seguirá adelante este miércoles con la presencia de los testigos restantes. Además, el Tribunal informó que desea finalizar el debate el próximo viernes.
