Tras el duro revés al oficialismo en el Congreso durante el tratamiento de la Ley Ómnibus, el presidente Javier Milei y su partido La Libertad Avanza (LLA) lanzaron críticas contra los gobernadores “dialoguistas”. La bancada libertaria pidió que la iniciativa vuelva a comisiones luego de desdibujarse y carecer de los votos necesarios.
La decisión del oficialismo implicó un reinicio del proceso legislativo, conforme al artículo 155 del reglamento, que estipula que un proyecto que retorna a comisiones debe seguir un trámite ordinario como si nunca hubiera sido sancionado.
Milei expresó su descontento en redes sociales, acusando a la “casta” política de oponerse al cambio votado por los argentinos. Afirmó que no negociarán su programa de gobierno y advirtió sobre sectores políticos que resisten las transformaciones necesarias para el país.
La reacción no se hizo esperar. La Libertad Avanza apuntó directamente a los gobernadores, acusándolos de traición y de extorsionar al pueblo para preservar sus privilegios. Mientras tanto, la Oficina del Presidente culpó a los gobernadores “dialoguistas” por el fracaso en el recinto, acusándolos de proteger sus intereses en lugar de respaldar las reformas propuestas.
En respuesta, una decena de mandatarios de Juntos por el Cambio firmaron un comunicado rechazando las acusaciones de Milei. Aseguraron que cumplieron con el compromiso de apoyar al Gobierno con las herramientas necesarias para las transformaciones del país.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, mantuvo conversaciones con los gobernadores para destrabar los puntos más complejos del proyecto, pero la falta de consenso evidenció la escasa posibilidad de avance de la iniciativa. En medio de este contexto, el diputado Miguel Ángel Pichetto advirtió al oficialismo sobre no flexibilizar su postura y que debería buscar el consenso para evitar más rechazos.