Su nombre es Maximiliano Martínez, tiene 41 años y vive en Pilar, Buenos Aires. Es un loco por Boca Juniors y un amante de la cocina. En su cuenta de Twitter no solo comparte sus recetas a través de fotos y vídeos, sino que a diario escribe sobre la discriminación y la importancia de la inclusión.
Sin poner un pie en el freno por las criticas a su estatura, Maxi, fue un poco más allá y decidió no quedarse con las burlas. Su cuenta en la red social esta llena de mensajes contra la discriminación, la lucha y el énfasis en mejorar la inclusión social, desencantando aquellas actitudes que van en contra del respeto al ser humano. Y como frutilla al postre, Martinez , también marcó su presencia posteando recetas gourmet.
Superar el #ciberbullying no ocurre solo. se hace paso a paso y positivamente.q hoy sea el día en q comienzes a moverte hacia a delante 💪"sino ay héroe q te salven tienes q convertirte en héroe"gracias a tod@s por los dibujos y las muestras de cariño los amos ❤️ saludos 😘🍀👍 pic.twitter.com/3NcwsIUm2j
— Maximiliano!! Martinez🍀👍💙💛💙 (@MaximlianoMart3) October 3, 2019
“La historia comenzó un fin de semana, jugaba Boca y aunque llovía estaba ideal para hacer un asadito. Ese día lo compartía con dos amigos míos. No sé por qué razón se me da por sacarme una foto y subirla al Facebook, en un grupo de mi equipo. Al principio todo estaba bien, pero luego se hizo viral por todos lados y los comentarios ofensivos y las burlas en las redes empezaron a surgir y yo quede impactado”- comenta, Maxi.
Muy feliz jueves 29 amig@s seguro q ustedes también hicieron ñoquis?. espero q disfruten de la tarde y recuerden: "que a los ami@s no ay q buscarlos perfectos sino leales" les mando muchos saludos los quiero muchísimo ❤️😘🍀👍 pic.twitter.com/oFwPOXVAOQ
— Maximiliano!! Martinez🍀👍💙💛💙 (@MaximlianoMart3) August 29, 2019
A pesar del enojo del momento, el Xeneize vio que la mayoría de insultos provenían de hinchas de River y chicos de edad. Haciendo una mirada al costado, decidió darle un giro de tuerca al asunto y responder de otra manera. “Me molesto mucho la situación, pero después me di cuenta que eran niños y que no valía la pena enojarme ni menos responder. Fue entonces cuando empece a dar mensajes sobre que no se debía discriminar a las personas. Enseguida me empezaron a pedir disculpas y ahí fue cuando comencé a recibir mucho apoyo”.