Para los padres de niños pequeños y no tan pequeños, encontrarse con un hijo enfermo es, probablemente, uno de los momentos más desesperantes que existen. Más aún si esto ocurre en medio de la noche y al concurrir al hospital lo encuentran colapsado.
En el hipotético caso de que hoy, alguno de los 464 mil niños de entre 0 y 16 años que viven en Tucumán tuviera que recurrir a un centro asistencial por una emergencia compleja, se daría cuenta que en la provincia existen sólo dos, contando al Sanatorio San Lucas cuyos servicios son pagos. Es decir que para aquellas personas que no tienen obra social, el hospital del niño Jesús es el único hospital disponible para emergencias complejas durante la noche.
Teniendo en cuenta estas cifras, es de esperar que la guardia del único hospital de niños de la provincia, se encuentre colapsada, sobre todo en esta época en la que proliferan las enfermedades respiratorias y se trabaja a cama caliente.
Un claro ejemplo del trabajo denodado de los galenos del Hospital de Niños son las estadísticas difundidas por el Ministerio de Salud de la provincia en su página web, que establecen que en el último mes la guardia del hospital atendió 8730 casos y mediante turnos se asistió a 15359 niños.
Las últimas cifras brindadas por el censo del 2010 revelaron que un tercio de la población tucumana tiene entra dentro del grupo etario de entre 0 y 16 años, por eso es extraño que no se haya planteado la necesidad de contar, al menos, con un segundo hospital que pueda cubrir la necesidades de este sector tan sensible de la población.
Si bien en los últimos años se inauguraron dos hospitales grandes: el hospital del Este y el Hospital de día Nestor Kirchner, ninguno de estos contempla la atención infantil.