Pablo Jaraba, presidente de la Federación Argentina de Vuelo Libre (FAVL), aseguró que Ariel Salazar, quien voló con Natalia Vargas el día de su trágica muerte, “nunca figuró en los registros” de la Federación de Vuelo Libre como instructor habilitado.
La joven médica de 28 años falleció en la tarde del viernes 29 de diciembre al caer desde más de 100 metros de altura, mientras volaba como pasajera en un parapente biplaza que había contratado en Loma Bola, en el cerro San Javier. La investigación está abierta y la polémica alcanzó nivel nacional.
La presencia del titular de la FAVL podría permitirle a la fiscal de feria, Carmen Reuter, despejar dudas sobre las presuntas fallas de seguridad durante el vuelo pero también para establecer cuál es la cadena de responsabilidades en torno del dramático suceso.
Jaraba había sido citado por la fiscala para que presente una serie de documentos y reglamentaciones. El representante de la Federación llegará en la mañana de este martes y se dirigirá junto con algunos miembros de la comisión directiva hasta los tribunales penales.
“Es lógico que hayan suspendido la práctica, no se podía volar cuando apenas habían pasado tres días de la tragedia. Estamos muy dolidos como Federación. Hay que ir paso por paso, aclarando bien las cosas como corresponde”, señaló Jaraba desde Córdoba, en diálogo con un medio tucumano.
“Lamentablemente, hay grupos que transgreden las normas, pilotos que simplemente obteniendo la licencia mínima creen que pueden pasar por encima de las normas”, se quejó Jaraba, quien hizo especial énfasis en el aspecto humano de lo ocurrido.
“Esto es fundamentalmente un acto de solidaridad y acompañamiento con la familia de Natalia. Lo más importante para nosotros son las actitudes éticas, sobre todo en este caso, y tener en cuenta la parte humana”, expresó.
El referente de la Federación, explicó que, además, mantendrá reuniones con las autoridades del Ministerio de Seguridad y del Ente Tucumán Turismo. Tampoco descarta, en la medida de lo posible, reunirse con Juan José Vargas, el papá de Natalia. “Nuestro interés mayor es la familia Vargas. Nuestros deportistas respetan la vida y no queremos que esto vuelva a repetirse”, concluyó.
