A cuatro años de su muerte, revelaron un terrible detalle sobre el trágico día en que el actor Paul Walker perdió la vida. Nuevas evidencias muestran una verdad de sus últimos minutos.
El protagonista de Rápido y Furioso sufrió un accidente automovilístico el 30 de noviembre de 2013 en California. En esa oportunidad los peritos habían dictaminado que el actor había perdido la vida instantáneamente con el impacto, pero nueva evidencia revela detalles espeluznantes sobre su muerte.
Las nuevas evidencias, reveladas por el abogado de la familia del actor, Craig McClellan, sugieren que Walker seguía vivo tras la colisión y que en definitiva no murió por el impacto, sino que murió a causa de las llamas, destaca Infobae.
Muchos creían que Walker perdió la vida a causa del fuerte impacto. Sin embargo, después de cuatro años, McClellan confirmó que la estrella de Hollywood murió calcinado.
De acuerdo a McClellan, el actor quedó atorado entre el tanque de gasolina y el motor, pero aún respiraba cuando el vehículo se incendió.
El letrado informó que esto se supo debido a los restos de hollín que fueron encontrados en la tráquea del actor durante la autopsia. “Estaba respirando y no fue capaz de salir porque estaba atorado”, afirmó.
Walker tenía 40 años cuando falleció. Su amigo, Roger Rodas, iba manejando al momento del choque. Tanto la familia de Walker como la de Rodas demandaron a Porsche por el accidente bajo el argumento de que había sido ocasionado por defectos de fabricación y seguridad. Pero en abril de 2016, la Justicia determinó que Porsche no fue responsable del incidente.
Días atrás, su compañero en la saga que lo llevó a la fama, Vin Diesel no pudo contener las lágrimas cuando estaba en plena presentación del octavo filme, en el evento CinemaCon: “Fue Paul Walker quien prometió ocho secuelas. Siempre siento que él nos está viendo, así que no quisimos decepcionarlo”, dijo el actor al argumentar la decisión de seguir adelante con la exitosa franquicia.
