Es una pieza fundamental en la arquitectura financiera de la familia Kirchner, supo cuidar el bajo perfil y hoy es dueño de una importante fortuna. Periodismo para Todos mostró ayer quién es Osvaldo “Bochi” Sanfelice, el socio de Máximo Kirchner, el hijo de la Presidenta que encabezará la lista de diputados nacionales por Santa Cruz.
En Puerto Deseado, donde nació, aseguran que se fue sin nada. En Río Gallegos, donde ejerció la función pública, lo recuerdan como “la cara visible en la parte empresaria de los Kirchner”. En Bariloche, donde afirman que vive desde hace un tiempo, lo conocen por haberse quedado con tierras mapuches.
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“Sanfelice estaba en la primera línea de Ejecutivos o funcionarios que integraban su círculo íntimo. Era su presencia la que estaba diciendo acá está Néstor Kirchner”, definió Horacio Quiroga, ex director de las petroleras Epsur y Misahar, propiedad del empresario kirchnerista, Lázaro Báez. Para la dirigente de la Coalición Cívica, Mariana Zuvic, Sanfelice es hoy el nexo en los negocios de “Cristina Kirchner y Cristóbal López”, titular del Grupo Indalo.
Es que Sanfelice no sólo se dedica al negocio inmobiliario en su sociedad con Máximo y Carlo Sancho, ex gobernador de la provincia de Santa Cruz. También es empleado en tres empresas paradigmáticas: Idea SA, Alcalis de la Patagonia SA y Negocios Patagónicos SA.
Idea SA, es la firma que administra varios de los hoteles de la Presidenta y la hostería El Retorno en Bariloche, propiedad de Cristóbal López. En esta firma es en la que Sanfelice figuraba como director hasta hace muy poco y ahora lo hacen Sancho y su esposa, María José Fernández Clark. Pero el vínculo de Sanfelice con el zar del juego no termina en Idea.
Alcalis de la Patagonia, empresa de la que “el Bochi” es empleado, es propiedad de López. Sanfelice trabaja ahí desde 2006 y según contó a PPT el ex vicegobernador de Kirchner, Eduardo Arnold, para cumplir con sus tareas de síndico, el socio de Máximo se trasladaba desde Rio Gallegos hasta San Antonio oeste, en Río Negro, donde está radicada la planta de la compañía, en el avión sanitario de la provincia.
Finalmente, en 2010, Sanfelice se incorporó también a la planta de empleados de Negocios Patagónicos SA con un sueldo de $ 10 mil. Esa firma tiene a su cargo la concesión del estacionamiento del aeropuerto internacional de Río Gallegos y en noviembre de 2014 se presentó ante la Agencia Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) para inscribirse como agencia de publicidad. Y es justamente a través de esta firma que Sanfelice opera una de sus radios en la capital de Santa Cruz, la FM Sol, una emisora que retransmite la programación de radio 10 de Buenos Aires, también propiedad de Cristóbal López.
Según contaron anoche en el programa de Jorge Lanata, periodistas y ex funcionarios, Sanfelice llegó a Río Gallegos cuando Kirchner asumió la intendencia en 1987 y desde entonces comenzó a acumular confianza, poder y dinero. Fue, inclusive, a quien le pidió introducir en los negocios a su hijo mayor, Máximo. Como Kirchner, Sanfelice supo aprovechar las ofertas inmobiliarias y compró dos terrenos fiscales en El Calafate durante la gestión del intendente Méndez. Pagó por ellos lo mismo que el resto de los funcionarios nacionales, $ 7,50 el metro cuadrado.
Hoy Sanfelice es dueño, además, de dos departamentos en Buenos Aires. Uno está sobre Rodríguez Peña y Posadas, en pleno Recoleta y el otro en el tercer piso de un edificio en la calle O’Higgins al 2400, en el barrio de Belgrano. En ese mismo edificio, pero en el cuarto B, funcionan las dos firmas inversoras que Sanfelice creó en 2008 con su esposa, Marta Leiva: Invernepa e Inverlife.
Además, compró más de 30 mil hectáreas a 130 kilómetros de Bariloche a través de la firma Invernepa. Pero esas tierras eran de la comunidad Mapuche y Sanfelice fue denunciado por violar la ley 26.160 que suspendía el desalojo de los pueblos originarios.