Una junta médica resultará crucial para resolver la causa abierta por la aplicación ilegal de silicona líquida. Antes de proceder con las acusaciones contra las tres personas bajo investigación por realizar esta práctica no autorizada, los investigadores necesitan aclarar varios aspectos.
Hace varias semanas, una mujer fue hospitalizada con una infección. Sus familiares informaron que previamente había recurrido a una mujer trans para recibir inyecciones de silicona en el pecho, una práctica considerada ilegal.
El fiscal Diego Hevia está a cargo del caso. Después de entrevistar a la víctima, la fiscalía descubrió que la mujer había concertado la cita a través de las redes sociales y pagó $50.000 para el procedimiento.
Después de comenzar a sentirse mal tras el primer procedimiento, la víctima consultó con otra mujer trans que también realizaba la misma práctica. Le aconsejaron que se inyectara más producto, pero después fue hospitalizada.
Después de su recuperación, la mujer proporcionó detalles sobre cómo se realizó el procedimiento, incluyendo la falta de medidas de seguridad sanitarias y la utilización de utensilios de cocina comunes para la administración de la silicona.
Con estas pistas, Hevia solicitó una serie de allanamientos. En tres viviendas, los oficiales encontraron frascos de silicona líquida, jeringas y cuadernos con anotaciones. También descubrieron medicamentos para el VIH en la casa de una de las mujeres trans, lo que podría complicar aún más su situación legal.
Hevia también está investigando si los sospechosos estaban autorizados para realizar tal procedimiento. El Sistema Provincial de Salud ya confirmó que no lo estaban. Aún se espera una respuesta de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán.
Por ahora, se ha informado a los sospechosos que están siendo investigados por su actividad. El informe de la junta médica determinará finalmente qué delitos se les imputarán.