El Vaticano abrió un expediente para evaluar una posible jubilación anticipada de Monseñor Alfredo Zecca actual Arzobispo de Tucumán, podría ser reemplazado por Víctor Fernández, esto ocurre en el contexto de la investigación que se sigue por la muerte del párroco de La Florida Juan Viroche quien se hizo publicamente conocido por sus denuncias contra el narcotrafico.
Los arzobispos pueden ejercer su cargo hasta los 75 años, edad límite para solicitar la jubilación ante el Vaticano. A pesar de que Zecca tiene 67 años, la Santa Sede ya comenzó a buscar fundamentos en el derecho canónico para justificar una eventual jubilación anticipada. Francisco incluso ya tiene “in pectore” a un posible reemplazante para Zecca como arzobispo de Tucumán.
Se trata de Víctor Fernández, actual rector de la Universidad Católica Argentina y uno de los exégetas del pensamiento de Jorge Bergoglio, también responsable del documento que el jesuita presentó a los cardenales de todo el mundo en el encuentro de Aparecida, en Brasil.
Encuentro
La vacancia que dejaría “Tucho” Fernández en la UCA sería ocupada por Alberto Bochatey, actual obispo auxiliar de La Plata y exdirector de Bioética de esa Universidad. “Tucho” Fernández, como lo llama Bergoglio, organizó la semana pasada junto a Julián Domínguez un encuentro destinado a dirigentes políticos bajo el lema “la cultura del encuentro” para intentar poner en práctica la doctrina de Francisco. Estuvieron Jorge Triaca, Federico Pinedo, Daniel Scioli y Felipe Solá, entre otros.
Si bien Bochatey está a las ordenes del ultra conservador Héctor Aguer, pertenece a un ala de la Iglesia más cercana a la ideología de Bergoglio, vinculada al trabajo social y la ayuda a los pobres como eje del sacerdocio. Además, fue superior general de la orden de San Agustín.
El Gobierno de Mauricio Macri ya está al tanto de los movimientos que impulsa el Vaticano en relación con una eventual intervención del Arzobispado de Tucumán, pero el reemplazo de Zecca no sería inmediato. Francisco prefiere que baje la espuma política del caso Viroche para descabezar el Arzobispado y designar a Fernández. De hecho, desde la semana pasada, monseñor Luis Villalba, arzobispo emérito de Tucumán y hombre de confianza de Bergoglio -con quien integraba la conducción de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA)- se encuentra en San Pedro. La CEA se reunirá a mediados de noviembre en el cenáculo La Montonera, de Pilar, donde podría ser oficializado el reemplazo de Zecca por Fernández.
La relación de Zecca con el Vaticano por el caso Viroche no tiene retorno. El arzobispo ofició una reservada misa para despedir al cura y reunió a la curia local en la sacristía para bajar línea, según el relato de uno de los presentes. “Quiero informarles que Viroche se suicidó, para que quede en claro. Todas las pruebas indican eso, estaba cursando un cuadro depresivo. Pero ustedes ya saben… la gente prefiere escuchar versiones amarillistas”, fue la explicación de Zecca. Sin embargo, algunos de los religiosos plantearon que la Arquidiócesis debería haberse presentado como querellante para investigar lo ocurrido. Zecca no sólo rechazó esa posibilidad sino que prohibió a los curas sumarse a marchas populares para reclamar que se esclarezca la muerte de Viroche. Algunos padres dejaron trascender una versión que indicaba que Viroche apareció ahorcado pero con tres costillas fracturadas y golpes en el cuerpo. Y reclamaron que la autopsia se haga fuera de Tucumán. Zecca también descartó esa sugerencia. Mauricio Macri estuvo tres días en el Vatciano pero los cambios internos de la Iglesia no estuvieron en agenda.
fuente: ambito.com