Todos nos hemos cruzado con él alguna vez. Carlos Rojas, es uno de los personajes más queribles del paisaje tucumano. Seguro que lo tenés: es el señor vestido con elegancia que porta con una bandeja en la que ofrece sus famosos cubanitos.
Lo encontrás en las galerías céntricas, parado estoico, ofreciendo sus deliciosos cubanitos. Tiene 84 años y este martes se convirtió en un termómetro del regreso de la actividad de los tucumanos. Rojas vendió en poco más de una hora casi toda la bandeja. Como si todos quisieran volver al escenario que encontraron antes de la cuarentena, el “cubanero” se llevó la gran sorpresa de que todos quisieran su producto.
Por eso, sorprendido, una vez que liquidó toda su producción en tan poco tiempo, una sonrisa se le dibujó después de tantos días de ausencia en la calle. La espera había valido la pena.