Aunque no lo hizo muy bien en Colombia, en casa Racing parecía que no tendría problemas para cambiar la situación. El Atlético Nacional de Colombia, que no era muy fuerte, había dejado con posibilidades al equipo de Fernando Gago. Pero en Avellaneda, Racing le devolvió el golpe con fuerza y fútbol.
Jugando en su estadio y con sus seguidores llenando el “cilindro”, Racing se mostró diferente. Desde el principio, Gago enfatizó la importancia de la calma, la consciencia y la inteligencia para controlar el partido y luego superar al oponente.
Un increíble gol de Roger Martínez en la primera mitad dio aire y tranquilidad al equipo local, que hasta entonces había tenido dificultades para romper la sólida defensa colombiana.
Racing es un equipo que tiene dos caras. En el mediocampo hacia adelante tiene potencial para brillar en la Copa Libertadores. Sin embargo, en la defensa sufre bastante.
Gago busca un estilo de juego ofensivo, con un mediocampo más enfocado en ataque que en defensa. Esto significa que los defensores quedan casi solos contra los atacantes rivales, lo que ha causado problemas a Racing en ocasiones.
Pero en esta ocasión, el ataque colombiano no fue peligroso, a diferencia de Racing, que aprovechó sus oportunidades.
Al comienzo del segundo tiempo, Racing aseguró rápidamente la victoria. Con un pase largo desde la defensa, Axel Ojeda aprovechó un error en la defensa enemiga, aceleró y marcó el segundo gol. Poco después, Juan Aguirre anotó un autogol que dio a Racing una ventaja de 3-0 y la clasificación. Con una actuación contundente, Racing ganó y ahora se enfrentará a Boca.