Se trata de un tramo de más de 70 metros de largo que forma parte del Circuito de las Yungas. El viaducto fue financiado con aportes del Ministerio de Turismo de la Nación y del Ente de Turismo de la Provincia y está emplazado en el extenso terreno que compone el Parque Sierra de San Javier, propiedad de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
El acto de inauguración contó con la presencia del secretario y del subsecretario de Bienestar Universitario, Gustavo Vitulli y Marcos Mollerach; del director operativo y del director administrativo a cargo del Parque Sierra de San Javier, Manuel Imbert y Rodolfo Salinas Collado y del presidente del Ente de Turismo local, Sebastián Giovellina.
El funcionario provincial comentó que el uso y goce de estos espacios tiene como fin principal lograr una experiencia turística singular, cualificando el espacio natural, mejorando la accesibilidad y proveyendo las instalaciones necesarias para que la experiencia turística sea gratificante.
Vitulli destacó la importancia de la habilitación del puente que permite un paso más seguro para los visitantes del lugar y resaltó la tarea de los guardaparques y del personal de la UNT en el cuidado de la zona. Por su parte, Imbert sostuvo que el aporte de Turismo de la Nación y la Provincia resultó vital para la construcción de los tres puentes (dos se inauguraron el año pasado) que facilitan el acceso a la Ciudad Universitaria.
La construcción de los puentes se enmarca dentro del Programa Ecosendas, que tiene como objetivo fortalecer y diversificar la oferta vinculada al Ecoturismo, aprovechando las bondades que se prodigan en los variados paisajes de los cerros tucumanos.
El sendero del funicular, transita sobre un proyecto inconcluso que se planteó entre los años 1948 y 1955 con el objeto de vincular dos polos universitarios ubicados uno en el pedemonte (Horco Molle) y el otro en San Javier, donde se proyectaba la Ciudad Universitaria. Consistía en un tendido ferroviario de aproximadamente 3 km con seis viaductos o puentes para salvar las distintas quebradas y arroyos.
Las selvas y sus senderos tienen un gran potencial turístico por la multiplicidad de vegetación y la fauna autóctona con el que el visitante puede interactuar a lo largo de los recorridos.
fuente: comunicaciontucuman.com