Nicolás Gabriel Carrizo, el llamado líder de la “banda de los copitos” y cuarto detenido de la causa que investiga el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernandez, continuaba siendo indagado en los tribunales de Comodoro Py: en su celular se hallaron mensajes que pueden vincularlo con el hecho.
Carrizo había sido detenido el miércoles por orden de la jueza María Eugenia Capuchetti; y durante esta mañana lo trasladaron a los tribunales federales del barrio porteño de Retiro para tomarle declaración indagatoria.
Fuentes de la investigación confiaron que en su teléfono celular se encontraron mensajes en los que había referencias a cómo debió haberse ejecutado el ataque contra vicepresidenta y lamentos por el fracaso del intento, perpetrado por el ahora procesado Fernando Andrés Sabag Montiel.
Las fuentes indicaron que el propio Carrizo habría hecho referencia, en distintos mensajes, a que el ataque debió haberse ejecutado en otro momento.
Este se dio a conocer en sociedad la noche posterior al ataque, cuando concedió una entrevista junto con Brenda Uliarte, la también procesada novia de Sabag Montiel, y otros cuatro supuestos vendedores de algodón de azúcar, ahora conocidos como “Los Copitos”.
La indagatoria estaba prevista para la mañana, cerca de las 10, pero los tiempos se fueron estirando porque durante la jornada se incorporó prueba al expediente y su defensa necesitaba compulsarla antes llevar a delante la indagatoria: se trataría de más de 100 fojas con el informe global del análisis del celular de Carrizo.
El abogado defensor de Carrizo, Gastón Marano, sostuvo que su cliente no es un asesino; y reveló que anoche ya había solicitado su excarcelación, pedido que sería resuelto recién una vez que concluya la indagatoria.
“No tenía ninguna idea de la intención criminal de las dos personas procesadas”, afirmó Marano al arribar a los tribunales federales de Retiro. Para ese entonces ya había mantenido una entrevista con su cliente, pero no había revisado toda la prueba de cargo en su contra.
Carrizo es el cuarto detenido en la causa y la jueza debe definir aún la situación procesal de Agustina Díaz, quien ya fue indagada a raíz de los mensajes que intercambió con su amiga Uliarte, con quien hablaba sobre la idea de matar a la vicepresidenta.
El jueves, la jueza Capuchetti había procesado con prisión preventiva a Sabag Montiel y a Uliarte como coautores del delito tentativa de homicidio calificado, por haber intentado asesinar a la vicepresidenta el 1 del mes en curso en la puerta de su casa, en el barrio porteño de Recoleta.
La jueza los imputó por el ataque de ese día, concretado cerca de las 21, cuando la ex mandataria saludaba a los militantes que fueron a expresarle su apoyo.
La magistrada entendió que el delito que les endilgó a ambos imputados está agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, y que el plan criminal se venía pergeñando al menos desde el 22 de abril, según surge del fallo de 96 páginas.
Sabag Montiel (35 años) le apuntó a la cabeza y gatilló a la dos veces ex presidenta con una pistola Bersa calibre 32 que tenía cinco balas en el cargador. Uliarte (23) es su pareja y aparece en la investigación como quien planificó el ataque junto al agresor, de acuerdo con la resolución.