En un pueblo alejado dentro de la geografía tucumana un delegado tomó una decisión revolucionaria para evitar que los hombres se gastaran todo el dinero de sus sueldos en asados y apuestas.
Según explicó Jorge Rodriguez Delegado Comunal de Rumi Punco a un medio tucumano, sus empleados estaban enfocados en contruir un Centro Integral Comunitario, pero los viernes que tocaba cobrar el sueldo las cosas se salían de control ya que los obreros se gastaban todo el dinero en apuestas y asados, “Algunos volvían a sus casas gorditos porque habían ganado en la timba, pero la mayoría se tiraba todo el sueldo en un asado” señaló.
Esta situación desencadenaba que los hombres se atrasaran en los pagos en los almacenes y demás negocios del pueblo, luego los comerciantes le reclamaban al delegado.
Extrañado por esta situación Rodriguez decidió cambiar el día de pago habitual y pasarlo para el día martes de modo que el dinero se gastara en cosas más importantes, y para garantizarlo se instituyó que el cobro solo podrían hacerlo las mujeres, es decir las esposas de los trabajadores.
Desde entonces ellas son las que administran el dinero y Rumi Punco retomó su tranquilidad.
Lo explica José Lencina, el encargado de prensa de esa comunidad.
foto: lagaceta