Un fuerte debate sobre el pago de indemnizaciones a familiares de desaparecidos se reabre con la publicación del libro Mentirás tus muertos, del militar y periodista José Luis D’Ángelo Rodríguez, quien en 1987 y 1988 participó de los levantamientos carapintadas.
En su investigación, que llevó cinco años, el autor denuncia contradicciones entre los datos del informe Nunca Más, de la Conadep, y la reedición publicada por el gobierno kirchnerista en 2006, que modificó el prólogo de Ernesto Sabato y el listado de víctimas.
Fundador de la agrupación Argentinos por la Concordia Nacional, que reúne a ex combatientes guerrilleros y de las Fuerzas Armadas, D’Ángelo Rodríguez propone reabrir los archivos de la Secretaría de Derechos Humanos para “revisar y darle transparencia” al proceso de reparación económica a familiares de las víctimas.
“La Secretaría de Derechos Humanos es el único mostrador en el que se receptaban las denuncias para la reparación. Hay que abrir los archivos para saber qué hay de verdad y qué hay de mentira, y conocer cómo y en qué se gastaron más de 2000 millones de dólares en indemnizaciones”, reveló a LA NACION el autor del libro.
Mientras el informe de la Conadep incluía 8961 desaparecidos, la edición de 2006, que el gobierno de Néstor Kirchner presentó como “revisada, corregida, ampliada y actualizada de víctimas del accionar represivo ilegal del Estado”, reúne 7098 desaparecidos y 1279 víctimas de “ejecución sumaria” (muertos): 8377 casos.
“Estos datos de ningún modo explican el número de 30.000 desaparecidos, impuesto como un número talismán y político, pero sí se asemejan al promedio estimado de combatientes guerrilleros de los años 70”, explica el autor del libro, que lleva un prólogo de Luis Labraña, militante de la Juventud Revolucionaria Peronista, Montoneros y las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Labraña dice que la investigación “pone sobre el tapete el despreciable negocio de los derechos humanos y fisura el relato oficial -ariete de la batalla ideológica del Gobierno-, acercándolo al estado de fábula política”.
En Mentirás tus muertos, publicado por El Tatú Ediciones, D’Ángelo Rodríguez enumera casos de personas que figuraban desaparecidas en el informe de 1984 y no estaban incluidas en 2006, como Ida Luz Suárez, que se fue a vivir a Holanda y en 2009 ofreció un reportaje al diario El Litoral.
Otro caso es el de Nora Lía Marquardt, quien aparece en el informe de 2006 como víctima del accionar represivo ilegal del Estado, cuando la revista Estrella Roja, que publicaba el ERP en 1975, destacó que “murió heroicamente” en una acción del Comando Héroes de San Martín al intentar expropiar un camión de caudales.
Se añaden casos de víctimas de ejecución sumaria que según publicaciones guerrilleras habían sido “ajusticiadas” por las propias organizaciones (Cristina Bettanin Ferraro, Rodolfo Durante) y el caso de Hugo Alfredo Irurzún, muerto en Asunción por la policía paraguaya, luego de participar del asesinato de Anastasio Somoza, un hecho ajeno a la Argentina.
Y un caso curioso es el del empresario Eduardo Aulet, víctima de un secuestro extorsivo atribuido al clan Puccio en 1983, que aparece en el informe de la Secretaría de Derechos Humanos como víctima de desaparición forzada y de la represión ilegal del Estado.