El estadio del Club Argentinos del Norte se preparaba para una verdadera fiesta. Después de dos años la mítica banda de rock Viejas Locas volvía a tocar en la provincia, con un Pity Álvarez que, de acuerdo a su entorno, se encontraba en un gran momento personal.
Desde las 18, cuando se abrieron las puertas del estadio, miles de fanáticos circularon por las inmediaciones del Parque 9 de Julio. La Avenida Benjamín Aráoz se colmó de colectivos que llegaban de diferentes provincias del país cargando miles de fanáticos ansiosos de ver a su ídolo.
El show estaba pactado a las 23. Pero, con el correr de las horas, todo se transformó en caos. A las 1:30 se proyectó en las pantallas gigantes del escenario un video grabado desde un celular, con un mensaje del Pity a los casi 10 mil fanáticos que lo esperaban: “Chicos, tuve un gravísimo problema. Así se los puedo contar en un ratito, puedo llegar en una hora y media, estoy en Buenos Aires yéndome en un avión privado”.
Fue el momento en que todo se salió de control. Algunos comenzaron a prender fuego el mangrullo de sonido, luego siguieron con los equipos de sonido y las consolas. A las 5 de la madrugada Álvarez subió al escenario, recién llegado a Tucumán, e intentó calmar la marea de gente enardecida. Pero fue en vano. Los fanáticos ya habían roto el cerco de tolerancia con el músico y, entre insultos, comenzaron a tirarle todo lo que tenían a mano.
Sin la posibilidad de pronunciar palabra, el Pity salió del escenario escoltado por dos empleados de seguridad y finalmente Viejas Locas no tocó. Según trascendió, el músico perdió su vuelo de la tarde y recién llegó a la provincia pasadas las 3 de la madrugada, aunque no hay detalles sobre los motivos de la demora. Hasta el momento no hubo una respuesta oficial ni de la banda ni de los productores.