¿Élite, clase y género como teatro de fondos de la violencia? Una vez más, tras los repudiables mensajes de algunos jugadores de Los Pumas que, surgieron entre las cenizas de Twitter, se volvió a abrir el debate que sometió a discusión los supuestos “valores” de los rugbiers.
“Terminamos el 2020 como lo empezamos: hablando sobre las acciones de los rugbiers. No del deporte”, es una de las frases que más se repite en Twitter.
En una suerte de escrache colectivo para los jugadores de Los Pumas, diversos usuarios y usuarias de la red social Twitter reflotaron publicaciones de Pablo Matera, el capitán de la selección nacional de rugby, y de otros jugadores para mencionar el asesinato de Fernando Báez Sosa. Sin filtro, los detractores de la violencia instalada en este deporte, salieron al ataque.
Con los horribles tuits de jugadores de Los Pumas que están aflorando, queda en evidencia que el crimen de Fernando Báez Sosa fue por odio: por odio de clase y racismo.
— Federico Adaglio (@fedeadaglio1) November 30, 2020
El ídolo de los asesinos de Fernando Báez Sosa. Nosotros tan #D10S y ustedes tan Matera. pic.twitter.com/k3djsUAAMo
— Pestuza 🖤🔟✌💚 (@De_Kerusa) November 30, 2020
Así terminaron matando a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. pic.twitter.com/GeD3tpW18O
— Ju Vazquez (@juvaz38) November 30, 2020
Marcos Spedale, Fernando Báez Sosa asesinados por Rugbiers en Córdoba y Gesell. Hoy descubrimos los tw nazis del Capitán de los Pumas, y todavía no caemos en la cuenta que "la cultura rugby" es violencia (que no es lo mismo que decir que todos lo son), pero si la mayoría. pic.twitter.com/oG7vkYoWqm
— El MarplaTENSO ♻ (@PedroCasademunt) November 30, 2020
Es un momento oportuno para reafirmar que el asesinato de Fernando Baez Sosa fue un crimen de clase. pic.twitter.com/sE5z1uZxU5
— Cúlmine (@Clmine2) November 30, 2020
"Fernando Báez Sosa"
Porque cuando fue ASESINADO por una patota de rugbiers, la UAR publicó un comunicado hablando de "fallecimiento"
Las cosas no van a cambiar en el rugby si niegan constantemente que son un semillero de racistas violentos pic.twitter.com/2mcMS2x1Il
— ¿Por qué es tendencia? (@Tendencia_Peron) November 30, 2020
A casi un año del brutal asesinato en manada de Fernando Baez Sosa cabe recordar que sus verdugos todavía no fueron a juicio.
Para ponerlo en perpectiva, Nahir Galarza mató a su agresor y en 6 meses fue juzgada y condenada a prisión perpetua.
Cuestión de privilegios, le dicen. pic.twitter.com/Ovd5h8XTS5
— Fernando Santos (@_Pherga) November 30, 2020
¿Culpa del rugby? No
¿Es el rugby? Es la pregunta obligada, abonada por la acumulación de sucesos de esta índole, que han logrado hacer un estereotipo que solo es percibido como injusto por los propios practicantes de este deporte y sus círculos sociales concéntricos.
La respuesta es no.
Claramente no es el rugby en sí mismo, en tanto disciplina deportiva. Es decir, la práctica lúdica de 15 personas frente a otras 15, por el mero hecho de chocar sus cuerpos, de derribar oponentes, de empujar con sus espaldas arqueadas una formación donde hay 1000 kilos de cada lado, no provoca en sí mismo formas sociales de violencia. No hay una genética, una ontología del rugby en la que la fricción del deporte, por su propia mecánica, induzca a sus practicantes a actuar como matones.
Hay muchos chicos y muchas chicas que juegan al rugby y no solo no participan de este tipo de prácticas aberrantes sino que las repelen y condenan. Sin embargo, para inquietar un poco esta reflexión, queremos decir: esta práctica no es sorprendente y conmocionante, es legítima, es legitimada por sectores masculinos y femeninos, aún en aquellos que no participan de manera directa. En alguna medida es una conducta deseada en la idiosincrasia del “mundo rugby”.