Con el 79,8% de las mesas escrutadas, Llaryora sumaba 42,6% de los votos, mientras Juez -que había arrancado arriba en el recuento- lograba 40,1%.
Los inconvenientes tienen que ver con el nuevo sistema que eligió la Justicia Electoral para el conteo de votos, denominado Turing, que permitía transmitir los datos directamente desde las escuelas. Hubo fallas de conectividad que obligaron a contar una importante cantidad de mesas de manera tradicional, según indicó Ocasa.
Cuando acudieron a votar, tanto el mandatario Juan Schiaretti como Juez y Llaryora (Hacemos Unidos por Córdoba), insistieron en pedirle a la gente que concurra a las urnas. Lo mismo hicieron los postulantes de las fuerzas que buscan ubicarse en el tercer puesto. Al cerrarse el horario de la votación, la preocupación por una baja participación se extendía por todas las fuerzas: los reportes de fiscales partidarios hablaban de no más de 70% de participación en las ciudades que votaban también a sus intendentes. Finalmente, la justicia electoral informó que la asistencia fue del 67%.
Desde 1983 a la fecha es la participación más baja en Córdoba; el pico fue en el regreso de la democracia con 88,3% y desde entonces fue bajando: 86,08% en el ‘87; 83,5% en el ‘91; 78,7% en el ‘95; 79,1% en el ‘98. En el 2003 alcanzó 73,7%; en el 2007, 72,01% (la más baja hasta la de hoy); en el 2011, 75,9%; en el 2015 , 74,97% y hace cuatro años, 72,7%
De las diez provincias que, hasta hoy, eligieron gobernador, solo en dos la participación electoral no llegó al 70%: Río Negro (68,15%) y Salta (69,46%).